Debido al alto riesgo de caída que presenta, un árbol de gran tamaño ubicado en el corredor 5 de Mayo, en esquina con la calle 8 Poniente, será derribado y sustituido por otro ejemplar, informaron especialistas de la Universidad Autónoma de Chapingo, quienes están a cargo de la intervención del arbolado en el Centro Histórico.
Edgar Ojeda Sotelo, coordinador técnico del proyecto de arbolado que realiza la institución, expuso que se realizó una dictaminación de todos los ejemplares, misma que incluyó la realización de estudios de biomecánica para determinar las condiciones de cada uno.
“Se hicieron pruebas de tracción en las que, con un aparato, se determina si el árbol está anclado bien a la tierra, si sus raíces de anclaje están funcionando bien, en el caso de este ejemplar nos dio una lectura que nos preocupó en el sentido de que tiene una probabilidad muy alta de volcadura”, declaró.
Por lo anterior, informó que se realizarán los trabajos relacionados al derribo del ejemplar, que será reemplazado por otro de aproximadamente cinco metros de altura, aunque dejó en claro que la sustitución llevará tiempo por el hecho de que se deben realizar adecuaciones en el pavimento y seguir ciertos procesos que permitan que las raíces tengan el anclaje adecuado al suelo.
El arborista indicó que también se realizó un análisis de la evolución que han tenido los árboles del corredor 5 de mayo desde el 2008 a la fecha, para evaluar aspectos como su tamaño, copa y posibles afectaciones por obras civiles, lo que permitió identificar que el resto de los ejemplares solo necesitan una intervención menor.
En este sentido, Wagner Velázquez, encargado de la ejecución del proyecto, indicó que se realizarán podas al resto de los árboles para quitarles altura, aunque estas se realizarán de forma profesional para evitar dañarlos y se sugerirá a la autoridad municipal intervenirlos de esta forma cada año para evitar que vuelvan a crecer desproporcionadamente.
“La idea es que los árboles puedan convivir en armonía con la población, que la población tenga la seguridad también de que no les va a caer una rama seca, sobre todo ramas secas, ramas débiles que estén a punto de caer, para que ellos sigan usando la vialidad con total seguridad no se tengan que preocupar”, expresó.
Ojeda expresó que se analizaron las condiciones de infraestructura del corredor para determinar los factores que representan riesgos para el arbolado, principalmente el comportamiento de los vientos y cómo los afectan, lo que permitió conocer que una modificación en el sentido de las ráfagas los hace más susceptibles.
“Sobre todo cuando son eventos atípicos, los vientos corren de norte a sur y cuando corren de sur a norte es cuando puede haber algún problema. Los árboles todo el tiempo están evolucionando en cuestión de sus estímulos diarios, entonces están acostumbrados al viento de norte a sur, pero cuando viene de sur a norte es cuando pueden tener problemas”, finalizó.
Es importante mencionar que la intervención del arbolado en el Centro Histórico comenzó desde el año pasado, aunque recientemente el gobierno firmó un convenio de colaboración con la Universidad Autónoma de Chapingo para reforzarla.
Fue en el corredor cinco de mayo en donde un menor de 12 años murió hace un año, luego de que un árbol cayó encima de la caseta de periódicos en la que se estaba resguardando de la lluvia, junto a su mamá, quien resultó lesionada.