Artesanos de Santiago Acatlán elaboran nacimientos e imágenes religiosas

La elaboración de cada figura y nacimiento requiere un procedimiento detallado para obtener los resultados que los han caracterizado como una de las comunidades del estado

Jared Carcaño | El Sol de Puebla 

  · martes 26 de diciembre de 2023

La principal herramienta son las manos de los artesanos, porque son ellos quienes pintan en diferentes tonalidades para lograr la profundidad requerida. Foto: Erik Guzmán | El Sol de Puebla

Las manos de los artesanos de Santiago Acatlán, comunidad del municipio de Tepeaca, son la principal herramienta de trabajo para que mujeres y hombres creen durante todo el año diversas piezas, aunque resaltan las relacionadas a la época decembrina, como los nacimientos navideños y las imágenes religiosas, por los detalles que contiene cada una de las figuras que se distribuyen en los talleres que se encuentran en la carretera, o las calles de la localidad ubicada a una hora de la ciudad de Puebla.

Al llegar al lugar se percibe el olor a pintura y yeso que proviene de los negocios donde dan vida a la imagen de María, San José, los tres reyes magos, el Niño Jesús y ángeles de diferentes tamaños. Se comercializan desde los 30 hasta los cinco mil pesos, lo que depende de la altura y el material de elaboración de la pieza

¿Dónde se hacen los nacimientos en Puebla?

Entre los establecimientos que elaboran estas piezas está el Taller Sánchez Sánchez, donde labora Rosa Sánchez Rojas, una mujer que desde hace tres décadas crea las figuras porque es la principal fuente de trabajo de su familia, sin embargo, con el paso de los años esta actividad se ha convertido en una tradición porque generacionalmente se les enseña a los nuevos miembros del núcleo a fabricar el producto desde cero.

Artesanos poblanos mantienen viva la tradición de piñatas navideñas. Fotos: Bibiana Díaz / Julio César Martínez | El Sol de Puebla

“Yo empecé desde los seis años. Trabajando con mi papá, desde esa fecha nos enseñan a hacer las figuras, es un tema gradual, porque ahora nosotros seguimos enseñándole a nuestros hijos para que aprendan lo mismo”, comparte.

Al ser menor de edad, su tarea estaba enfocada en realizar cosas menos complejas, como la creación de las manos del Niño Dios para después pegárselas al resto del cuerpo, o ayudar a los más grandes de la familia. Aunque, con el paso de los años el nivel de dificultad incrementó hasta elaborar lotes enteros para su venta a personas del estado, el país, y extranjeros.

Una situación similar se repitió con Rodolfo Olivares Honorato y Fortino Sánchez Rosas, hombres de 40 y 68 años de edad, respectivamente, que han dedicado gran parte de su vida al oficio característico de Santiago Acatlán, considerado como la cuna de nacimientos de Navidad.

Artesanos de Santiago Acatlán. Foto: Erik Guzmán | El Sol de Puebla

Rodolfo Olivares labora en Artesanías Olivares Lima. Antes de cumplir los 18 años de edad le encargaban crear la mezcla y meterla en los moldes correspondientes, o acomodarlas bajo el sol, uno de los pasos clave para el secado, previo al pintado de las figuras.

¿Cuál es el proceso de elaboración de nacimientos?

En entrevista con este medio explicó que la elaboración de cada figura y nacimiento requiere un procedimiento detallado para obtener los resultados que los han caracterizado como una de las comunidades del estado y el país que crea los nacimientos más bellos.

El proceso inicia con la mezcla entre el agua y el yeso en polvo hasta obtener la consistencia adecuada. No debe ser muy espesa, ni muy aguada, posteriormente se llena el molde de la imagen requerida y, tras varias horas, se desmonta la pieza del instrumento.

El siguiente paso es el secado, es decir, cuando las figuras en blanco se colocan bajo el sol por varios días, depende de su longitud, con el fin de reducir totalmente la humedad que pudiese afectar las demás etapas del proceso. Sobre este punto, la artesana Rosa Sanchez expresa que a lo largo del año, la temporada de lluvias es la más complicada porque obliga a suspender la elaboración, debido a que las precipitaciones estropean el trabajo.

Esa situación representa una pérdida económica para los talleres principalmente por dos motivos. El primero es que exista una alta demanda y no se puedan hacer más piezas por el clima, y el segundo es que tengan una producción excesiva porque hay altas expectativas de venta y la gente no compre, añade la mujer.

Rosa Sánchez indica que es una situación variable porque cada año es diferente, y aunque hacen cálculos conforme a las ventas anteriores, existen circunstancias inesperadas que dan un giro de 180 grados, y puso de ejemplo la pandemia por el coronavirus, debido a que nadie pensó que el virus obligaría al confinamiento mundial y cambiaría la forma de vivir.

Después del secado, viene la parte de darle color a las piezas que hasta ese momento se mantienen completamente blancas, para lo cual se usa un aerógrafo, aunque la principal herramienta son las manos de los artesanos, porque son ellos quienes pintan en diferentes tonalidades para lograr la profundidad requerida.

Conoce la fábrica de los Reyes Magos en Tlatlauquitepec. Foto: Erik Guzmán | El Sol de Puebla

Lo que sigue es detallar las áreas más pequeñas y para lograr mayor precisión usan pinceles de diferentes tamaños, y aunque los artesanos hacen en minutos el proceso mientras platican o dan informes a la gente que lo solicita, reconocen que la práctica ha sido su mejor aliada porque al inicio tuvieron menos precisión o les llevaba más tiempo.

Aun con el paso de los años, los entrevistados opinaron que todavía tienen errores en las piezas, así que cada uno cuenta con un área en sus talleres para intentar componerlas, aunque hay casos donde no fue posible, así que en los negocios es normal observar algunas figuras en el suelo, a medio pintar o sin algunas partes del cuerpo.

Empleo y tradición

Cuando las piezas se encuentran listas son puestas en exhibición, la mayoría de ellas en la comunidad ubicada a una hora de la ciudad de Puebla o en medio de la carretera para que la gente compre. Para Rodolfo Olivares, esta actividad representa una tradición porque los más grandes le enseñan a los más pequeños cómo hacer las piezas, y aunque en ocasiones se buscan otras opciones laborales, optan por volver a las raíces familiares.

Una de las imágenes religiosas más veneradas por los mexicanos que predican la religión católica, la Virgen de Juquila, San Judas Tadeo y Martín Caballero. Foto: Erik Guzmán | El Sol de Puebla

Tal es su caso, porque anteriormente se fue a Estados Unidos (EU) en busca del sueño americano, pero tras varios años de permanecer en el país vecino, decidió volver a la pequeña localidad para nuevamente vivir con sus familiares y pasar los días con la pinta de nacimientos, una labor que adoptó como su hobbie favorito porque constantemente innova, este año hizo las piezas en nuevos colores, azul rey con plateado y rojo con dorado.

Fortino Sánchez lleva más de cuatro décadas con los artículos que vende al mayoreo y menudo, y en cada pieza pone la misma dedicación con la que inició años atrás porque son objetos que gente de los alrededores de Puebla, el país e incluso extranjeros, adquieren para sus hogares o negocios.

Los entrevistados coinciden en que la mayoría de gente anualmente va desde octubre hasta el 31 de diciembre para comprar sus piezas y colocar su nacimiento navideño que se compone de María, San José, los tres reyes magos (Melchor, Gaspar y Baltazar), el Niño Jesús, algunos ángeles, vacas, patos, borregos, guajolotes.

Justamente, la temporada decembrina es una de las más altas en ventas por la gran cantidad de gente católica de Puebla y estados vecinos que anualmente pone su nacimiento, como parte de una tradición, considera Fortino Sánchez.

A lo anterior se suma la Virgen de Guadalupe, una de las imágenes religiosas más veneradas por los mexicanos que predican la religión católica, la Virgen de Juquila, San Judas Tadeo y Martín Caballero. Los precios de los artículos que se comercializan dependen directamente del tamaño, aunque, a decir de Citlalli Hernández, una joven que ayuda a su familia a vender las piezas en un puesto instalado afuera de la iglesia de Santiago Acatlán, son muy accesibles porque no hay intermediarios en la compra – venta.

Por ejemplo, una pieza de 80 centímetros está en mil 800 pesos, de 40 centímetros en mil 500; una virgen de Guadalupe de 30 centímetros se puede encontrar hasta en 120 pesos, o piezas pequeñas en 15 pesos, aunque la recomendación de los habitantes es comprar en mayoreo para aprovechar el viaje que hacen los visitantes desde su lugar de origen.

Los nacimientos se pueden adquirir en dos modalidades. Una de ellas es la venta de las piezas por separado y sirve para la gente que busca una imagen en específico porque la perdieron o rompieron. La segunda opción es adquirir conjuntamente todas las imágenes, aunque tienen un precio mayor.

En la zona también se venden imágenes que superan el metro de altura, pero, en la mayoría de los casos son las iglesias o negocios los que las adquieren. “En Santiago Acatlán hay piezas para todas las necesidades, van desde los tamaños más pequeños hasta los más grandes, solo es cuestión de buscar la que más se adapte a lo que la gente quiere”, apunta la joven.

Fortino Sánchez lleva más de cuatro décadas con los artículos que vende al mayoreo y menudo. Foto: Erik Guzmán | El Sol de Puebla

Sin alcanzar niveles pre pandemia

Para Rodolfo Olivares, este año las ventas incrementaron notablemente porque las piezas que elaboró se han vendido rápidamente, pero todavía no alcanzan los niveles de los lotes que comercializaban antes de la pandemia que azotó a nivel mundial.

En voz del señor Fortino Sánchez Rosas, las secuelas que dejó el virus de la covid19 siguen latentes porque la gente del territorio poblano, el país o países vecinos, principalmente de EU, no ha hecho pedidos tan amplios como lo hacían otros años en esta temporada.

“Andamos muy decaídos, yo lo noto así porque el material ha subido bastante de precio, casi un 100 por ciento; ya casi no hay ganancias, pero como no hay otra cosa que hacer hay que seguirle”, manifiesta.

Esta situación también ocasionó que algunos talleres cerraran debido a que personas de Estados Unidos venían para llevarse nacimientos o imágenes religiosas y en el pico de los contagios se suspendieron los vuelos, lo que trajo como consecuencia que se perdieran las ventas previamente pactadas.

A lo anterior se sumaron otros factores, entre ellos la gente que perdió o tuvo familiares enfermos, así que la prioridad fue cuidar a sus seres queridos y la compra de los artículos que vendieron pasó a otro plano de menor relevancia.

A pesar de este contexto, los artesanos confían en que venderán una gran cantidad de piezas en lo que resta del año y el próximo 2024 será mejor para todos los integrantes de la comunidad de Santiago Acatlán.

Para los productores de esferas, éstas son más que adornos, es el paso de una tradición de generación en generación. Foto: Julio César Martínez | El Sol de Puebla

Hacen un llamado a consumir local

Por la importancia que tiene en la vida de las familias la venta de los productos, los entrevistados hacen un llamado a que se les compre a ellos y acusan que algunas personas intentan aprovecharse.

En el Taller Sánchez Sánchez labora Rosa Sánchez Rojas, una mujer que desde hace tres décadas crea las figuras porque es la principal fuente de trabajo. Foto: Erik Guzmán | El Sol de Puebla


Rosa Sánchez cuenta que en años anteriores un señor viajó desde los Estados Unidos para hacerle un pedido de mayoreo, con el fin de llevarse una gran cantidad de piezas al país vecino para revender las imágenes, y aunque el precio por era de 100 pesos con esa modalidad, quiso pagarlas en 50 pesos, una situación que desde su perspectiva era poco redituable por el incremento de la materia prima y las ganancias del señor serían en dólares, lo que implicaría una desventaja para ella.

Destaca que esta es una situación normal porque la gente intenta regatearles y en la mayoría de veces los artesanos no acceden porque detrás del trabajo hay horas de esfuerzo. Aunque señala que “es una cosa que hacemos con mucho amor para toda la gente”, no pueden malbaratar las piezas.

Su principal argumento es que se trata de una actividad que debe protegerse porque ha transcendido durante décadas, a pesar de las adversidades que se han registrado a lo largo de los años.

No todas las piezas que se elaboran aquí tienen que ver con nacimientos. También hay alcancías en forma de cochino en diferentes colores y tamaños, percheros, piezas de moda como Baby Yoda, Mickey Mouse, artefactos para colgar las llaves y frases de bienvenida para los hogares.