En el mercado Venustiano Carranza se encuentra el mayor número de artesanos de piñatas de la ciudad de Puebla y es de los pocos lugares donde aún se puede observar a las personas elaborar este colorido producto navideño.
Hace más de treinta años, Edith Cortés llegó a este lugar vendiendo alegrías y palanquetas, bservó que en casi todos los locales elaboraban piñatas y decidió aprender observando, pues no encontró a alguien que quisiera compartir su conocimiento para crearlas.
“Compré seis ollas de barro y me salieron feitas, pero se vendieron y así empecé”, comparte Edith. Así hasta que fue perfeccionándolas, el la actualidad participa toda su familia, sus hijas, sus nietos y sus yernos, además de su esposo, Fernando Velázquez, quien la secundó en esta idea y hoy son vendedores de mayoreo, principalmente con entregas en la mayoría de los mercados de la ciudad, Izúcar de Matamoros y en el estado de Tlaxcala.
Gabriel Flores Molina inició la elaboración de piñatas en este mismo Mercado hace tres décadas, luego estuvo trabajando en el Mercado La Acocota y finalmente se estableció en el Morelos, en donde además de otros productos en cada temporada navideña elabora piñatas para estos festejos.
Más allá de la ganancia por la venta de las piñatas, la finalidad de Gabriel es seguir haciéndolas para conservar la tradición y porque disfrutar crearlas, comenta que podría pasar la noche sin dormir porque su proceso no es aburrido.
Sin embargo su producción ha disminuido en los últimos años, ambos artesanos se enfrentan al incremento en el costo del papel periódico que de un o hasta cinco pesos por kilo hoy se llega a vender por encima de los veinte pesos, además de la escasez del mismo.
Y aunque en general los costos para producirlas se han elevado, han buscando maneras de sustituir productos y seguir siendo competitivos para que las familias poblanas puedan adornar o partir una piñata en las posadas, Navidad o Año Nuevo.
MÁS PIÑATEROS
Ollas de barro son la materia prima con la que la señora Alicia Rodríguez Haro elabora sus piñatas, la mujer aprendió a hacerlas desde que era niña y ayudaba a sus papás, con ello se ha convertido en la cuarta generación del taller que se ubica en Avenida Juan de Palafox y Mendoza, ahora conocida como tienda Damis, sus precios van desde la chica 150, mediana 180, grande 220, ella sigue utilizando los insumos originales como el engrudo y ollas de Amozoc, papel periódico y china.