El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, pidió a los fieles orar por el eterno descanso del político Gerardo Islas Maldonado, quien falleció el 2 de febrero de 2023 en España.
Desde la catedral de la ciudad, el líder de la grey católica encabezó la homilía de este 19 de febrero en donde las cenizas del exdiputado local estuvieron presentes, así como familiares y amigos.
El expresidente del partido Fuerza por México murió en España a los 39 años de edad a causa de un infarto. Sus restos llegaron al país cinco días después de su muerte para hacerle un homenaje póstumo y, posteriormente, arribaron a la entidad poblana.
En otro orden de ideas, Sánchez Espinosa enfatizó que este miércoles de ceniza inicia un periodo de reflexión y preparación para Semana Santa, en la que se recuerda la muerte y resurrección de Cristo acudiendo a venerar su imagen en distintos santuarios o templos.
Por lo anterior, invitó a los feligreses a la imposición de ceniza, al mismo tiempo que recalcó que esto solo es un signo visible de lo que debe pasar al interior, el deseo de cambio y ser un mejor hijo de la iglesia.
“Los invito a que dediquen un ratito de su tiempo para hacer un buen examen de conciencia, para pedirle perdón a Dios por sus pecados y buscar el sacramento de la reconciliación y así iniciar este tiempo especial de gracia. La ceniza solo es un signo visible de lo que debe estar pasando internamente, el deseo de cambio, de ser mejor hijo de la iglesia y mejor cristiano”, dijo.
Como un último llamado, pidió a la sociedad dejar de generar odio o enemistades, pues desde su perspectiva la violencia sólo es producto de una sociedad deshumanizada y con intereses mezquinos.
“La violencia es multifactorial, no es solo la violencia extrema generada como lo vemos ahora por bandas delincuenciales, grupos de crímen en la lucha por el poder y control de sus territorios, es también la que se da día a día en las calles y en el propio hogar”, comentó.
En cambió los exhortó a “romper el círculo vicioso de la violencia” y de esta manera seguir el ejemplo de Dios. “Rompe las cadenas del odio, de la violencia y logra que, como templos santos, logremos testimoniar tu mensaje de reconciliación, perdón y paz. Esa es nuestra misión”.