FAMILIA PÉREZ
Bicicletas, muñecas, carros de control remoto y ropa fueron algunos de los regalos que recibieron los niños poblanos por parte de Melchor, Gaspar y Baltasar. En este Día de Reyes, los más pequeños de las casas tuvieron que levantarse muy temprano porque sus obsequios llegaron en la madrugada.
El Sol de Puebla realizó un recorrido por la ciudad, para que los niños compartieran los regalos que les trajeron los Reyes Magos, y platicaran sus anécdotas que vivieron en este día. Por ejemplo, en la familia Pérez, a Iker de 3 años y a Ian de 7, les trajeron una motocicleta de juguete y una bicicleta, respectivamente; además de carros de control remoto.
A los dos les gustan muchos los coches y se levantaron a las 6 de la mañana para ver todos sus juguetes, incluso Ian despertó a su hermanito para que pudieran jugar desde temprano en el parque que está cerca de la casa de sus abuelitos. “No estoy desilusionado, me trajeron todo lo que pedí, desde hace mucho quería aprender andar en bici y este año me lo cumplieron. Mi abuelito me está enseñando y espero aprender pronto para poder salir con mis amigos al parque”, compartió Ian.
Su mamá, Blanca Pérez pudo platicar con los Reyes Magos y le confesaron que este año tuvieron que hacer muchos sacrificios para que los niños tuvieran sus juguetes, pero valió la pena “al ver sus caritas llenas de alegría”. En comparación con años anteriores, este enero del 2020, a Melchor, Gaspar y Baltasar se le hicieron más caros los regalos.
“Los reyes me dijeron que este año les costó mucho comprar todos los regalos, cada vez los juguetes son más caros, pero hicieron el esfuerzo y sí se pudo; los niños se lo merecen, son muy buenos hijos, hermanos y primos”, señaló Blanca Pérez.
FAMILIA PONCE
El 6 de enero, este medio visitó la casa de la familia Ponce, que está ubicada en la Unidad Habitacional de La Margarita, en este hogar hay muchos niños chiquitos, que tiene la ilusión de recibir sus regalos cada año. Esta emoción se contagia a los más grandes de la casa, quienes también se emocionan cada vez que es Día de Reyes.
En esta casa, Melchor, Gaspar y Baltasar les trajeron obsequios a Braulio que tiene 8 años de edad, quien recibió un dinosaurio, un carro de pilas y dos muñecos de lego; a Luis Ángel Ponce de 9 años le llegó una bicicleta; y a Max Ponce de 3 años, los Reyes le dieron una guitarra. Los tres primos se levantaron a las 6 de la mañana para recibir sus juguetes, y no les costó levantarse, aunque aceptaron que se durmieron muy tarde esperando la llegada de los Reyes Magos.
Incluso un día antes, le dejaron sus cartitas en el árbol y una copia en su zapato preferido para que a los Reyes no se les olvidara su regalo, y para “hacerles la barba”, les dejaron comida y agua para sus animales, ya que los niños saben que su viaje para entregar regalos es muy largo.
Los tres menores, comentaron que se sintieron muy felices al ver todos sus juguetes, pues fueron exactamente lo que les pidieron a estos seres mágicos desde hace varios días. Y los disfrutaron más ya que los primos se quedaron a dormir en casa de sus abuelitos y pudieron jugar entre todos. “Ayer no podía dormir de la emoción, hasta sentía cosquillas en las manos, y hoy me levanté muy temprano, aunque normalmente me cuesta mucho. Ya quiero llegar a la escuela y contrales a mis amigos todo lo que me trajeron”, comentó Luis Ángel.
Los padres de familia de esta casa, también platicaron con los Reyes Magos, pero “gracias a Dios”, no les costó tanto comprar los juguetes, ya que era un gasto que tenían contemplado desde hace varios meses.
FAMILIA SOSA LIMA
En la casa Sosa Lima, vive la pequeña Melisa, quien tiene sólo 3 años de edad, pero desde hace varios meses sabía perfectamente que quería para este Día de Reyes Magos, su único deseo era tener una muñeca Gaby Gaby, que salió en la película Toy Story; pero debido a que se portó muy bien este año, los Reyes la premiaron con más obsequios.
La mamá de Meli se llama Alicia y compartió que el 5 de enero la niña se durmió muy tarde, casi a las 11:30 de la noche porque quería conocer a los tres magos, pero para el 6 de enero se levantó desde las 8 de la mañana para ver que había debajo de su arbolito.
Entre sus regalos de este año estuvieron piyamas de unicornio, una bicicleta rosa, juegos de té, ropa y varias muñecas. Su Reyes Magos se adelantaron comprando sus juguetes, ya que los objetos que se compran de último momento "son más caros".
Es la primera hija de esta familia, y su papá, Jesús, no perdió el tiempo para tomarle fotografías y vídeos en todo momento. Espera que cuando crezca, Meli siga igual de feliz e ilusionada como se mostró en este día.
Melisa lo primero que hizo al ver sus juguetes fue subirse a su bicicleta rosa nueva, después se puso su pijama de unicornio y siguió observando sus regalos, fue muy cuidadosa para abrir todas las cajas, si tenían cinta adhesiva la retiraba poco a poco, y abrazó todos sus obsequios en cuanto los tuvo en sus manos.
FAMILIA CONTRERAS ROSALES
El Día de Reyes Magos se disfruta más cuando hay muchos niños pequeños en casa, y esto lo saben en la casa de los Contreras Rosales, pues les llegaron regalos a los hermanos Mauro de 9 años y Franco 3 años, pero también a su tía Nataly de 12 años de edad.
Franco se portó muy bien este año, por eso Melchor, Gaspar y Baltasar decidieron regalarle una guitarra eléctrica, un juego de herramientas, un maletín de bloques, y un robot que habla. Sin embargo, el robot le dio un poco de miedo al principio, ya que hablaba raro y lo siguió por toda la casa.
A su hermano Mauro, los Reyes Magos les dieron una mesa multi-juegos, un tractor de control remoto, y una pista para hacer carreras. La mesa de juegos, sirvió para que toda la familia se reuniera a jugar, incluso su mamá, Eva no dejaba de jugar, ya que incluía un mini futbolito.
Nataly recibió ropa, la cual espera estrenar en próximos días en reuniones con sus amigos.
Los niños de este hogar comieron mucha rosca y chocolate el 5 de enero, se durmieron muy tarde jugando, y esperando la llegada de sus regalos, y pese a la desvelada, se levantaron a las 5 de la mañana para ver que les habían dejado los Reyes, desde esa hora no dejaron de jugar.