CUAUTINCHÁN, Pue.- En los límites de este municipio y dePuebla capital hay un “boom” de venta de lotes rústicos, queun poblano puede adquirir desde 560 pesos mensuales, pagando acinco años. Aunque la oferta suena tentadora, debido a que elmetro cuadrado cuesta 280 pesos, el Instituto Nacional de SueloSustentable (INSS, antes conocido como Corett), recomendó a lospoblanos evitar estas compras, pues podrían tener impedimentospara la escrituración, y perder la inversión efectuada.
A lo largo del bulevar Carlos Camacho Espíritu (que lleva haciaAfricam Safari) y la carretera que conduce hacia Tecali de Herrera,pasando por las juntas auxiliares de Cuautinchán, hay decenas deanuncios en los que se expone la venta de lotes rústicos, sinenganche y con posesión inmediata.
“Ofertón, venta de lotes rústicos $20,000 de contado, 160metros cuadrados”, reza uno de los anuncios que se pueden ver enla carretera. Algunos cartelones parecen improvisados y carecen dealguna referencia de empresas inmobiliarias, mientras que otroscontienen logotipos. La mayoría de los anuncios tienen números deteléfono para contactar.
El Sol de Puebla pudo constatar que algunos lotes que se ofertanen la zona, se ubican en superficies irregulares. Por citar unejemplo, junto a San Francisco Totimehuacan, entre las coloniasChapulco y La Asunción, se venden lotes a un costado de labarranca, en una zona llena de escombros y con desniveles detierra.
Algunas zonas en venta, que se ubican al paso de carretera, sítienen superficie plana. Incluso tienen partes combustionadas, puesse les retiró la vegetación del área. Estos predios son los máscaros, pues cuestan 250 mil pesos de contado, dependiendo deloferente.
Hay porciones de terreno por las que se pagan 560 pesosmensuales durante cinco años, es decir, que el cliente eroga entotal 33 mil 600 pesos por 120 metros cuadrados. Puede comenzar aconstruir tras el primer pago.
HACE FALTA CULTURA DE LADENUNCIA
Debido a que las áreas en venta son ejidos, los clientesreciben –al finalizar su pago– una minuta (contrato privado)expedida por el Comisariado Ejidal, aunque no se les entrega unaescritura pública (avalada por notario público).
En este contexto, el delegado en Puebla del Instituto Nacionalde Suelo Sustentable, Alberto Jiménez Arroyo, sugirió que no sehagan compras de este tipo porque no hay certeza jurídica.
Dijo que antes de comprar, el ciudadano debe acercarse alinstituto y al ayuntamiento de los diferentes municipios, puesexiste la posibilidad de que las superficies vendidas estén enzonas de riesgo (por temblores, lluvias, deslaves, entre otros) oafecten vialidades y áreas públicas.
Los clientes –agregó– deben revisar que los municipios enlos que se ubican los predios, apliquen su Plan de DesarrolloUrbano y si no están contemplados como lotes urbanos, se debeprohibir su enajenación, pues se puede perder la inversión porcarecer de certeza jurídica.
Dijo que por este tema de lotes irregulares, hay cuatro o cincoquejas mensuales, sin tomar en cuenta que es bajo el nivel dedenuncia de los afectados.
Sugirió a los poblanos evitar estas compras, si es que antes nohay anuencia de las asambleas ejidales para que el instituto (antesCorett) pueda regularizarlos. Recalcó que deben verificar que nose encuentren en zonas de riesgo, e insistió en que loscompradores revisen previamente el Plan de Desarrollo Urbano.
MÁS FÁCIL QUE EL INFONAVIT, PERO SINSERVICIOS
Los vendedores de los lotes rústicos dijeron que con solo elprimer pago, se otorga la posesión inmediata, lo que implica queel proceso de hacerse de un bien inmueble sea más fácil que el deotras inmobiliarias ubicadas en la capital poblana o el del mismoInstituto Nacional de Vivienda para los Trabajadores(Infonavit).
Para la adquisición de algún lote rústico (la mayoríacatalogados como ejidos) solo se pide al comprador copia de sucredencial de elector, comprobante domiciliario y una copia de laidentificación de un testigo.
No se pide algún comprobante de ingresos ni se revisa elestatus en buró de crédito, y tampoco la procedencia de losrecursos del comprador.
Uno de los vendedores de estos lotes, dijo que a diferencia delInfonavit, con estas compras no tienen que pasar años para que elcliente construya su casa, pues lo puede hacer tras dar su primerpago. Tampoco debe juntar “puntos” ni dar enganche para laadquisición.
Sin embargo, al tratarse de un lote rústico, la poblacióncarece de servicios básicos, como agua, drenaje y electricidad. Enalgunos casos, hay acceso a la señal de telefonía celular pero enotros no; tampoco hay sistema de cable, de recolección de basura,calles pavimentadas, ni servicio de seguridad. Mucho menos,tiendas, mercados, clínicas, escuelas, ni otras instalaciones quesatisfagan las necesidades de los poblanos.
Los compradores –relató un vendedor– son advertidos de lasituación, aunque se les afirma que es una inversión segura y quetendrá plusvalía a mediano plazo, es decir, a cuatro o cincoaños.
“Le garantizo que en tres o cuatro años, la gente que estácansada de la ciudad irá poblando esta zona y crecerá como se havisto en San Andrés o San Pedro Cholula”, refirió unentrevistado que prefirió omitir sus datos personales.
La gente que se ha establecido en estos lotes, vive con loesencial y compra pipas de agua para subsistir. También se conectaal sistema de electricidad con cableado provisional.