Así es ser mamá en medio de la pandemia de coronavirus

Economistas, amas de casa, psicólogas y profesoras, todo en uno y a veces hasta al mismo tiempo 

Mary Carmen M. Ávila  | El Sol de Puebla

  · domingo 10 de mayo de 2020

Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

Titánica es la labor que día a día hacen las madres poblanas en tiempos de coronavirus. Desde atender las tareas domésticas, hacer “home office”, aprender a ser maestra con los hijos, economistas para hacer rendir los gastos y ser psicóloga con todos los miembros de la familia para reducir el caos del encierro. Este es el reto que a diario viven mujeres que narran a este medio, cómo ha sido el transcurrir de sus vidas desde el pasado 23 de marzo, fecha en que se emitió el arranque de la Jornada Nacional de Sana Distancia.

El ser profesora, por partida doble, es el pan de cada día de Marina Berenice Bueno, una madre de 26 años que, aparte de ser maestra de primaria, en casa, tiene dos hijas gemelas a quienes también les tiene que dar clases y atender. “De un lado pongo el ser mamá y el otro, ser maestra, pero ha sido difícil porque los papás piensan que uno tiene todo el día para ellos y pues también mis hijas necesitan atención”, comenta en un tono nervioso, pues asegura que no es nada fácil compaginar el trabajo de docente con el de casa. Sin embargo, comparte que lo ha logrado gracias a poner horarios estrictos en todas sus actividades; por la mañana se levanta, atiende a sus pequeñas y después se apura con las labores escolares. A partir de la 1 de la tarde, presta atención a los papás de sus alumnos y les manda los trabajos …el resto del día, se dedica a el quehacer del hogar y a atender a su familia.

Pero no solo el proceso de adaptación es lo que enfrentan estas féminas, sino también solventar más gastos, pues varias de ellas aseguran que al estar en el hogar se compran más cosas. “En cuestión económica si he resentido porque ahora se gasta más, pareciera que no, pero si, aparte de que algunas cosas subieron de precio (…) A lo mejor te ahorras en gasolina, pero se compensa con otros consumos”, argumenta Maribel B. una mujer de 40 años que trabaja en un despacho y que se hace cargo de sus dos hijos (de 20 y 8 años) por ser divorciada. Al igual que Maribel, Azucena González Hernández, explica que los gastos le han subido pues sus dos pequeños (uno de 5 y otro de 3 años) le piden más compras ahora que están en casa, que antes cuando iban al colegio y a la guardería. “Gracias a Dios, en la empresa donde trabajo no nos han reducido el salario, a mi esposo sí, pero nos vamos compensando”, comenta.

Foto: José Luis Bravo | El Sol de Puebla

Por otra parte, Azucena confiesa que el cambio de tener a sus hijos en casa no ha sido tan difícil, ya que en todo momento ha contado con el apoyo de su esposo y su mamá, quienes le echan la mano por las mañanas en lo que ella sale a su trabajo, debido a que las labores no las han parado, sólo han reducido horarios.

Las abuelas juegan otro papel importante y esencial en esta contingencia, otras heroínas que son doblemente madres al brindar soporte tanto para las hijas como para los nietos. “Yo apoyo a mi hija con su nieto porque ella tiene que trabajar, la ayudo en su casa y salimos a trabajar a su negocio y pues ahorita no nos ha ido bien porque la verdad no hay venta”, comparte Virginia López, una fémina de 56 años, que narra que estos tiempos han sido verdaderamente difíciles pues han tenido que vivir a base de frijoles y arroz porque su economía no está ni para carne ni para otros lujos de comer.

El tener negocio desde casa es una de las ventajas para Mónica Díaz López de 29 años, mamá de una niña de 5 años, quien bajo cita y con las medidas estrictas de higiene, atiende a uno que otro cliente como estilista o poniendo uñas. Pero eso no significa que le haya sido fácil el combinar sus actividades diarias, puesto que se tiene que dar tiempo para todo. “Sí me ha tocado adaptarme e irme acostumbrando. Lo bueno es que también trabajo desde casa y eso me permite cumplir con mis actividades de madre, esposa y todo”, pronuncia.

Foto: José Luis Bravo | El Sol de Puebla

Pero no solo las mamis se han tenido que adaptar, también los hijos como lo cuenta Jacqueline Contreras de 27 años, ama de casa y madre de una niña y un niño (de 7 y 4 años respectivamente) quien asegura que los primeros días sus hijos se desesperaban por querer salir a jugar o a pasear.

Con altas o bajas, algunas con más problemas que otras, pero todas, coinciden en que hoy celebrarán su día en casa, principalmente con sus hijos y con buena salud; los festejos podrán hacerse cuando todo esto haya terminado.