Es ya conocido que, con la llegada del invierno y las bajas temperaturas, el volcán Popocatépetl incrementa su actividad en busca de mantener libre su cráter a fin de evitar una erupción y mantener caliente al coloso, pero año con año las explosiones que presenta sorprenden a propios y extraños, pues quedan registradas ante las cámaras del Cenapred.
¿Cómo se dieron las explosiones del Popocatépetl?
De acuerdo con la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), a través del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), el fenómeno tuvo lugar a la 1:17 de la mañana de este viernes, a través de las cámaras Altzomoni y Tlamacas, las cuales detectaron una explosión menor, la cual tuvo un contenido bajo de ceniza con una columna que alcanzó una altura de 1.5 Km.
El desplazamiento de este material se dio en dirección al Noreste, además de que se detectaron fragmentos incandescentes a corta distancia; pese a esto el semáforo de alerta volcánica permanece en Amarillo Fase 2, aunque las autoridades recomiendan no acercarse al cráter del coloso, en el perímetro determinado como zona de exclusión a 12 kilómetros a la redonda del cráter.
Fue a través de las cámaras de Webcams México que se pudo observar la espesa columna de humo elevarse sobre el coloso posterior a la luminiscencia que generó el magma arrojado tras el estallido de Don Goyo, aunque esta actividad se encuentra considerada dentro de los parámetros normales de estos montes activos como lo es el Popocatépetl.
¿Cómo puede afectar la ceniza volcánica?
En lo que respecta al material arrojado por un volcán, la CNPC compartió un breve video en el que la doctora Ana Lillian Martin del Pozzo afirma que las partes del cuerpo más afectadas al contacto son los ojos y las vías respiratorias, especialmente cuando la ceniza es más fina, pues al ser respirada se queda en la nariz sin que nos demos cuenta, causando una importante afectación.
Pero eso no es todo, pues incluso puede ingresar a partes más profundas, mientras que en lo que respecta a la piel puede causar irritación, por lo que la investigadora recomienda mantenerse atento con las autoridades de Protección Civil, evitar estar al aire libre cuando se registre caída del mismo y en caso de desarrollar una actividad esencial al aire libre cubrirse la piel, además de usar lentes y cubrebocas.
Sobre los más afectados por este tipo de fenómenos, la especialista añade que los más vulnerables son los niños pequeños y las personas adultas mayores, así como las personas que padecen alguna afección respiratoria temporal o permanente, aunque cualquier persona puede ser víctima de los efectos debido a los componentes químicos de este material.
Finalmente, en el caso de las recomendaciones generales el consejo es que al presentarse caída sea juntada en una bolsa, pues en caso de contacto con el agua puede petrificarse y por consiguiente tapar coladeras o representar un peso extra para la estructura en caso de ubicarse en los techos de las viviendas, además de que llamó a aprender a convivir con estos fenómenos.