Si a partir de que comenzó a bajar la temperatura usted comenzó a sentirse con más sueño, cansancio, incrementó su apetito o, por el contrario, disminuyó, puede ser que sufra depresión afectivo-estacional, explicó la psicoterapeuta de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Carolina Gómez.

En entrevista la académica refirió que hasta el 50 por ciento de mujeres y jóvenes mexicanos pueden padecer este tipo de depresión, la cual sucede cada año, y debe de aprender a diferenciarse de un trastorno crónico.

Añadió que este se trata de un proceso normal en la temporada de invierno y el trastorno ocurre debido a que oscurece más temprano, hace frío o también porque la gente tiene mayores expectativas por la época en la cual hay más presiones económicas y afectivas.

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“Si no logras tener tal ingreso, si no logras comprar tal cosa a fin de año, entonces, quiere decir que no vales y eso tiene que ver con la idea de que entre más tienes más vales”, dijo al tiempo de señalar que en caso de que no se cumplan estas expectativas también puede provocar depresión si la persona no está lista para enfrentar un estado de frustración.

La especialista advirtió que en este periodo es normal que una persona se sienta cansada, irritable y con hambre debido a las condiciones del clima y las emociones de la época, pero, también es necesario recibir atención si es que la persona ya padece un problema de depresión crónica.

“Para superar esta crisis se recomienda alimentarse bien, hacer ejercicio, hacer las cosas que te gusten; es curioso, porque cuando uno está muy triste no tienen ganas de hacer las cosas pero se recomienda estar activo”.

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Finalmente, en caso de tener una depresión crónica recomendó acudir con un especialista para identificar y tratar la problemática.