Asume BUAP su compromiso con los damnificados del sismo

Redacción

  · lunes 25 de septiembre de 2017

Una centena de universitarios de la BUAP se sumó a las accionesde auxilio que miles de mexicanos brindan a los damnificados delterremoto del pasado 19 de septiembre. Desde CU, muy temprano, estefin de semana la caravana de voluntarios partió a San FranciscoXochiteopan, municipio de Atzitzihuacán, una de las comunidades dela Mixteca de Puebla con mayor número de viviendas destruidas,para emitir dictámenes técnicos sobre daños estructurales.

En el lugar del desastre, los universitarios de laslicenciaturas en Arquitectura e Ingeniería Civil de la BUAPsupervisaron cada uno de los edificios para diagnosticar suscondiciones y evitar riesgos. Desde el gran sismo hasta el 22 deseptiembre, el Sismológico Nacional reportó 39 réplicas.

Las más de 15 brigadas de evaluación estructural arribaron aesa comunidad cerca de las 9:00 horas. Cada una estuvo dirigida porun académico, quien auxilió en la revisión de las casas,escuelas o edificios públicos visitados.

En esta comunidad ubicada a 20 minutos de Atlixco, edificacionesde adobe y de concreto, recientes o de varios años, de uno o másniveles, sufrieron afectaciones. El cataclismo de 7.1 grados enescala Richter no hizo distinción alguna e hizo del esfuerzo defamilias enteras escombros y polvo.

Varios equipos de trabajo coincidieron que gran porcentaje delos inmuebles está en el nivel rojo de su escala; es decir,padecen de colapsos, aplastamientos, inclinaciones de elementosestructurales y hundimientos.

Frente a lo que alguna vez fue la iglesia, los primeros gruposde voluntarios en llegar conversaron con las brigadas de la BUAPsobre las necesidades de la comunidad.

La vocación social de los universitarios se reflejó en lascerca de 11 mil 300 solicitudes que estudiantes y profesoresenviaron para integrar los equipos de apoyo de la Institución.Ante tanto interés, la Universidad coordinará el trabajo en loslugares afectados, a fin de no exceder la ayuda en unos sitios yolvidar otros, y no entorpecer las estrategias dereconstrucción.

“Me siento mucho más tranquila”, dijo Yuridia GarcíaPérez, tras escuchar que su vivienda es segura. Junto a sushermanos más pequeños, la adolescente de 15 años de edad siguióde cerca la inspección. Sus padres estaban ausentes, pues aunquelos ocho que viven en este hogar de apenas tres compartimentoscorrieron con suerte, su abuela no: “Parte de su casa se cayó,así que fueron a sacar las pocas cosas que todavía sirven”.

Uno de los profesores sostuvo que la falta de dinero y la altamarginación social serán dos de los retos para la reconstrucciónde la comunidad. “Muchos hogares no tienen un domicilio claro,por lo que tuvimos que utilizar el Sistema de PosicionamientoGlobal (GPS) y otros mecanismos para ubicar las viviendas conafectaciones, que son muchas”, indicó. La información recabadase compilará en una base de datos que servirá para estrategiasfuturas.

Otro equipo visitó la escuela preescolar de Xochiteopan. Loscinco expertos confirmaron que los pequeños edificios no sufrierondaños. El presidente del comité de padres de familia, quienabrió las instalaciones, pidió a los universitarios que tambiénrevisaran su vivienda. “No hay nada como tener la seguridad deque tu casa no se te va a caer. Queremos tener calma”.

Al primer día de labor de las brigadas de la BUAP se sumaroncolaboradores de los centros universitarios para la Prevención deDesastres Regionales (CUPREDER) y de Participación Social (CUPS),así como grupos de avanzada de las facultades de Medicina,Enfermería, Estomatología, Psicología y de Medicina Veterinariay Zootecnia y del Instituto de Física "Ing. Luis Rivera Terrazas",para valorar la zona y generar estrategias de apoyopertinentes.