Atención y acompañamiento temprano, cruciales para la prevención de suicidios

La vulnerabilidad de adolescentes y adultos jóvenes frente a esta crisis de salud pública se agudiza ante la falta de atención y acompañamiento

Daniel Cruz Cortés / El Sol de Puebla

  · miércoles 25 de septiembre de 2024

Hay varios factores que pueden ocasionar un suicidio, entre ellos sociales, culturales, psicológicos, biológicos y ambientales. Foto: Pixabay

Identificar y atender de manera temprana los cambios físicos, anímicos o conductuales de las personas, principalmente jóvenes, es fundamental para prevenir las muertes por suicidio, consideró Gabriela Alejandra González Ruíz, catedrática de la Universidad Iberoamericana Puebla. En 2023, la juventud fue el sector poblacional que registró más casos de suicidio a nivel estatal, esto de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Además, estos hechos tuvieron un repunte de 30 por ciento, en comparación con el año anterior.

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Para la especialista, quien además de ostentar un Doctorado en Investigación Psicológica coordina la Maestría en Psicoterapia en la Ibero, la vulnerabilidad de adolescentes y adultos jóvenes frente a esta crisis de salud pública se agudiza ante la falta de atención y acompañamiento de quienes integran su entorno social, como familiares o compañeros de escuela o trabajo, lo que provoca que las señales de alerta no sean detectadas a tiempo.

Según el Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS), por cada suicidio consumado en el país, hay al menos 20 intentos no letales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer que, a nivel global, más de 720 mil personas mueren por esta causa cada año. Asimismo, apuntó que esta es la tercera causa de muerte en jóvenes de entre 15 a 29 años de edad. En nuestro país fue la decimonovena causa de muerte a nivel general el año pasado.

La prevención del suicidio, un llamado a la acción desde el Día Mundial de la Prevención. Foto ilustrativa: Freepik @retouchman2516

Además, datos recabados por el Inegi durante 2023 evidenciaron que 66.6 por ciento de los casos de suicidio en México ocurrieron al interior de una vivienda particular, es decir, en los hogares. Otro 5.7 por ciento sucedió en la vía pública, mientras que 2.3 por ciento tuvo lugar en una granja y en 14.2 por ciento no se especificó el sitio donde ocurrió la muerte.

Suben suicidios en Puebla

De acuerdo con cifras del Inegi, durante el año pasado fueron contabilizados 376 casos de suicidio en Puebla, lo que constituyó 11.9 por ciento del total de muertes violentas ocurridas en todo el estado. Lo anterior significó un incremento anual de 30 por ciento en estos hechos. Asimismo, se detalló que la mayoría de las víctimas fueron hombres, el 79 por ciento.

Además, esta situación llevó a la entidad poblana a alcanzar el quinto lugar con mayor incidencia de suicidios consumados de todo el país durante 2023, esto tan sólo después del Estado de México, Jalisco, Chihuahua y Guanajuato.

En Puebla, la mayoría de estas muertes tuvo como víctimas a jóvenes, principalmente personas de entre 15 a 35 años de edad.

Los grupos etarios con más incidencia en ese sentido fueron: 20 a 24 años (71 casos), 25 a 29 años (60), 30 a 34 años (50), 15 a 19 años (44), 35 a 39 años (34) y 40 a 44 años (29).

Aunado a lo anterior, el Inegi reportó que la mayoría de estas muertes ocurrieron por ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación. El resto de ellas sucedió mediante el disparo de arma de fuego, envenenamiento y otras causas.

Son mayor números de casos de suicidios de hombres los que se han presentado en Tehuacán, aunque la diferencia es mínima. Foto: Gustavo Ortiz / El Sol de Puebla

Por otra parte, dicho organismo dio a conocer que los estados que tuvieron la tasa más alta de suicidios fueron Chihuahua, Yucatán, Campeche y Aguascalientes; mientras que la más baja se la llevaron Guerrero, Ciudad de México y Veracruz. En Puebla, se registraron 5.8 muertes de este tipo por cada 100 mil habitantes.

Prevenir es clave entre la vida y la muerte

De acuerdo con la OMS, hay varios factores que pueden ocasionar un suicidio, entre ellos sociales, culturales, psicológicos, biológicos y ambientales.

Para González Ruíz, existen varias herramientas probadas para prevenir estos hechos, mismas que están al alcance de la mayoría de las personas que forman parte del círculo social de quienes sufren estas conductas. Identificar alteraciones conductuales puede ser incluso la clave para evitar la consumación de estas heridas autoinfligidas, y eventualmente la muerte.

Según la catedrática de la Ibero Puebla, la gente que conforma los diversos entornos familiares, escolares y laborales debe estar atenta sobre las señales de alerta que pueda presentar alguna de las personas que conforman el grupo.

En el caso específico de adolescentes y adultos jóvenes, por ejemplo, los padres de familia, docentes y amistades desempeñan un papel fundamental en la detección temprana de conductas relacionadas a la intención de cometer suicidio.

Desde el cuarto piso de un estacionamiento, ubicado sobre el bulevar 5 de Mayo, un joven decidió lanzarse al vacío. Foto: Erik Guzmán / El Sol de Puebla

Muchas veces las víctimas presentan cambios en su comunicación no verbal y actitudes, lo que debe encender alertas para quienes se encuentran a su alrededor. Algunas de estas alteraciones pueden ser modificaciones en los hábitos alimenticios, conductas de hiperactividad o sensación de ansiedad o tristeza.

Por otra parte, González Ruiz destacó que el suicidio también puede prevenirse cuando se detectan mensajes verbales de riesgo en las personas, es decir, cuando éstas externan ideas atípicas, generalmente asociadas a su deseo de causarse daño, a la percepción de que no son apreciadas o queridas, o bien a la falta de pertenencia a cualquier contexto del que formen parte las víctimas de esta situación.

A decir de la especialista, cuando estos cambios son notados, tanto en la comunicación verbal como en la no verbal, es importante tomar acción de forma inmediata para iniciar un proceso de atención temprana.

En estos casos es importante entablar una comunicación con la persona que presente estas señales, pues aseguró que, en muchas ocasiones, se espera a que sea la víctima quien realice el contacto, cuando en realidad debe ser al revés.

Al respecto, la experta hizo hincapié en que este contacto debe ser directo, es decir, el mensaje necesita ser preciso. Se debe hacer notar a la persona que se han identificado varios cambios en su conducta o ánimo, esto con la finalidad de tener un acercamiento genuino que permita conocer y entender las aflicciones de quien se enfrenta a dicho contexto.

González Ruiz destacó que es importante comunicar que la persona es realmente valorada en su entorno, pues hay quienes asumen que nadie notaría su ausencia: “¿Que si te fueras nadie se daría cuenta? No. Yo sí me daría cuenta. Platícame qué te está ocurriendo”.

En el 2021 sucedieron 8 mil 351 fallecimientos. Foto: Freepik

Por otra parte, la investigadora de la Ibero Puebla afirmó que es importante que quien detecte dicha situación busque atención psicológica especializada. Además, señaló que, al menos en los entornos familiares y afectivos, es necesario que quienes forman parte del círculo social de la víctima acudan también a terapias y procesos de acompañamiento emocional.

Juventud es vulnerable

Desde la perspectiva de González Ruiz, la población joven es la más vulnerable en casos de suicidio, en buena medida porque viven en una etapa en la que prevalecen varias crisis internas y colectivas e incluso cambios fisiológicos y emocionales, entre otros aspectos.

Si bien existen preocupaciones, como la identidad sexual o los roles de género, por mencionar algunas, en Puebla la gran presencia de estudiantes universitarios crea nuevos flancos débiles en ese sentido, pues esta población, tanto locales como foráneos, enfrenta varias problemáticas.

Aunado a lo anterior, la especialista enfatizó que también los adolescentes forman parte de estos procesos evolutivos, lo que los coloca en una posición vulnerable del mismo modo.

De acuerdo a la evidencia observada al momento, las redes sociales agudizan las posibilidades de que una persona tenga la motivación de hacerse daño o quitarse la vida.

En el evento participaron sobrevivientes, familiares y académicos. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

La razón es que muchas veces estos espacios fungen como las únicas redes de socialización para esta población, pues es ahí donde pueden externar su identidad y reforzar quienes son. Dicha situación abona a su autoestima, seguridad y confianza en sí mismos. Sin embargo, cuando no reciben la atención que buscan, generalmente a través de interacciones, las personas suelen sentirse desilusionadas, lo que puede aumentar sus deseos de suicidio.

En ese sentido, la experta señaló que, en muchos casos, la gente que basa sus interacciones sociales en la red acude a dichos espacios para encontrar el sentido de pertenencia o seguridad que no encuentra en su hogar.

Para finalizar, según la OMS, si bien el suicidio se relaciona con algunas condiciones mentales, como depresión, también hay trastornos, como el alcoholismo, que agudizan los riesgos de sufrir esta situación. Además, muchas de las personas que terminan con su vida lo hacen después de haberse enfrentado a situaciones de estrés, problemas familiares, financieros o de salud, por mencionar algunos.

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Aunado a ello, detectó que las personas que experimentan violencia, abuso, pérdidas o sensación de soledad y conflicto generalmente tienen motivaciones suicidas. Además, la población que enfrenta discriminación sistemática, como refugiados, migrantes, así como personas de la diversidad sexogenérica, enfrentan un riesgo mayúsculo.