Durante los últimos días los Objetos Voladores no Identificados (OVNI) ahora conocidos como Fenómenos Aéreos No Identificados (UAP, por sus siglas en inglés) se han convertido una sensación ante la posible confirmación de que el gobierno de Estados Unidos tendría pruebas de su existencia.
En Puebla existe un punto donde la posible confirmación de los Ovnis pudo llegar desde hace muchos años, debido a la gran cantidad de avistamientos que se dan en la zona. Una que, ante la popularidad que tomó en los noventa incluso cuenta con su propio monumento a estos objetos provenientes del cielo.
Ubicado en la junta auxiliar de Metepec en el cerro de la Casita Blanca en el municipio de Atlixco, una gran cantidad de fenómenos se pueden presenciar, desde los llamados “platillos voladores”, hasta el Punto Marconi donde una ilusión óptica puede ser presenciada.
El misterio de los Ovnis en Atlixco
Fue en 1992 cuando en la zona de Metepec los pobladores cercanos a la zona comenzaron a hablar y a documentar avistamientos de objetos en el cielo no identificados. Estos se trataban de luces extrañas y sin forma en el cielo, las cuales podían verse en distintos puntos de la noche.
Al llegar el 6 de agosto de aquel año ocurrió lo que se nombró como una “oleada” de estas luces que sobrevolaban el cielo, lo que dejó impactados a quienes pudieron verlas.
Los avistamientos llevaron a que la zona se volviera popular en un momento de la historia de México donde el fenómeno Ovni comenzaba a ganar popularidad entre las personas como en los medios de comunicación.
Norberto Gil Salgado, ingeniero de profesión, fue quien descubrió la zona de observación a la par de convertirse en un pionero de la investigación de los ovnis en la región al realizar los primeros registros y documentarlos.
Tal fue la repercusión que, para el año 2001 lo que era un tanque de agua abandonado se terminó por convertir en el Monumento al Ovni, una escultura realizada por el escultor Ricardo Vivar Lepe.
La hojalata para realizar este monumento con forma de platillo volador se obtuvo de lo que era un tanque elevado de agua que se encontraba originalmente en Ciudad Universitaria de la BUAP. La escultura tiene un diámetro de ocho metros y una altura de siete metros.
Para el 2022 a la zona se agregó una placa conmemorativa por el 30 aniversario de los primeros avistamientos que llevaron a hacer de esta zona de Atlixco una muy conocida por los entusiastas de la vida en otros planetas.
Punto Marconi y la ilusión óptica
Los alrededores de este cerro en el rumbo a Metepec también ocultan una ilusión óptica que aporta al misticismo y a las cosas sin explicación que ahí se pueden observar.
Se trata del Punto Marconi ubicado sobre la carretera Atlixco y Metepec – San Baltazar Atlimeyaya que desafía a la gravedad debido a que parece que los automóviles van cuesta arriba. De igual forma, hay quienes dicen al arrojar agua al asfalto verás como el líquido sube y no baja como naturalmente sucede.
Son varias las explicaciones que se tienen ante este fenómeno, atribuido principalmente al magnetismo de la zona que provoca que aparatos electrónicos registren fallas y que hace que las fuerzas gravitatorias cambien por un breve espacio.
También, se atribuye a una ilusión óptica debido a que se ha comprobado que los automóviles y demás objetos circulan en una dirección normal y en una inclinación 80 grados al Norte más alto que en el Sur.
Este paraje en la zona de Atlixco es único en Puebla y ahora que parece que pronto sabremos que no estamos solos en el universo es un buen punto para comenzar a observar lo que está allá afuera.
Con información de: Armando Tlatelpa | El Sol de Puebla