El robo de camiones, tractocamiones y maquinaria pesada se haincrementado en Puebla hasta un 800 por ciento desde el añopasado, advirtió Luis Gómez, representante del Consejo estataldel Transporte y la Construcción.
Desde enero, los constructores poblanos han sufrido el hurto de50 unidades utilizadas para transportar material, valoradas enalrededor de 40 millones de pesos. La incidencia de estos delitos,explicó Gómez, supone un incremento de “entre 600 y 800 porciento” en comparación con el mismo periodo del año pasado.
“Hay falta de espacios para que la gente pueda dedicarse almundo laboral, y en consecuencia se dedica al robo transportes, aatracar. Nuestro gremio es muy vulnerable porque, como vamos solosen las carreteras tanto municipales y estatales, somos presafácil”, señaló en entrevista.
Grupos de delincuencia organizada colocan clavos en lascarreteras, especialmente en aquellas que cruzan los municipiospoblanos de Xicotepec, Huauchinango, Acatzingo, Tepeaca y Amozoc,para obligar a la detención del automotor. “Se nos poncha lallanta de un vehículo; llegan; nos quitan celulares, llantas derefacción, todo”, lamentó.
El destino de las unidades robadas es un misterio para losintegrantes del Consejo estatal del Transporte y la Construcción.“Muchos dicen que se las llevan a Centroamérica; allá pasan ylas comercializan. Desconozco si las usan con relación al robo decombustible”, expresó Gómez.
AMAGAN CON BLOQUEAR VIALIDADES SI NO HAYAUXILIO
La instalación de botones de alerta en los vehículos no essuficiente para evitar estos hechos delictivos, pues, argumentóGómez, no funcionan en zonas del estado con escasa coberturatelefónica y generan una reacción policiaca que muchas veces estardía. “Hay zonas donde no hay señal; es más citadino elbotón de pánico, que tampoco funciona, desde mi percepción”,apuntó.
El Consejo estatal del Transporte y la Construcción quiere quelas autoridades implementen operativos en carretera, peroencaminados a reforzar la vigilancia frente al hurto de losvehículos y no para multar o pedir sobornos a los conductores porcualquier motivo. “Queremos que nos escuchen; si no, vamos atomar las vialidades. Les damos una semana no como amenaza, pero yalo hicimos, y la ciudad se colapsa”, agregó.