Las funerarias y panteones de la zona metropolitana se han convertido en los principales sitios en que operan sacerdotes falsos, que aprovechándose del dolor de las personas, ofrecen servicios sin validez ante la iglesia, alertó el vocero de la Arquidiócesis, Francisco Javier Martínez Castillo.
En entrevista con El Sol de Puebla dijo que este es un problema nacional del que no escapa la entidad, ya que la arquidiócesis ha recibido reportes de qué hay supuestos sacerdotes ofreciendo celebraciones eucarísticas o alguno de los sacramentos, sin embargo evitó mencionar la cantidad de denuncias .
"Se suele dar en los decesos porque se aprovechan de las situaciones que viven las personas y ocurre más en las zonas urbanas, también hay algunos que piden cooperaciones o apoyos casa por casa, hace tiempo ofrecieron un supuesto paquete jubilar que incluía vela, rosario y una oración, pedían un anticipo y acordaban entregarlo en la Compañía del Espíritu Santo pero fue un fraude ", dijo.
Añadió que es complicado combatir este delito porque ahora ya hay quienes se ostentan como sacerdotes y ofrecen servicios mediante las redes sociales o van cambiando de nombre en cada comunidad a la que defraudan.
El vocero de la Arquidiócesis dijo que la pandemia usará que los falsos sacerdotes se aprovecharan de la gente valiéndose de la suspensión de actividades en los templos, por lo que la iglesia ha difundido una serie de aspectos que la ciudadanía debe tomar en cuenta para evitar caer en engaños.
En primera instancia, dijo que todos los sacerdotes cuentan con una identificación expedida por la Arquidiócesis en la que se incluye un código QR para que la ciudadanía pueda visualizar la fotografía y la carga del dueño de la credencial.
El padre Francisco Martínez dijo que es importante que la ciudadanía acuda a solicitar servicios religiosos a la parroquia que le corresponde y evite contratar los servicios de sacerdotes que no conozca, aunque se los recomienden o les entreguen tarjetas de presentación.
Finalmente remarcó que este es un delito de usurpación de funciones que se debe denunciar ante la Fiscalía General del Estado (FGE), aunque en este año la arquidiócesis no ha presentado alguna denuncia formal.