A seis años de comenzar su activismo para reforestar el cerrode Amalucan, miembros de la sociedad civil han plantado seis mil200 árboles en el lugar, conservándolo como un espacio público ycomo Reserva Ecológica Protegida.
En la jornada número 52 de reforestación, la psicóloga yactivista Carmen Nava López reprochó que pese a que algunasautoridades y políticos han ido a “tomarse la foto” plantandosu árbol, todavía no se cuenta con el respaldo económico deninguna institución para continuar el proyecto de rescate.
Ella, junto con su familia y algunos vecinos compran, plantan ycuidan los árboles. Formaron un grupo llamado “Salvando el cerrode Amalucan”, que ha evitado los planes de que esta área verdesea utilizada por desarrolladores inmobiliarios.
“Nadie nos apoya en los recursos. Yo compro los árboles juntocon mi esposo. Cuando la ciudadanía se compromete lo podemoslograr”, dijo Nava, quien recordó que el 18 de abril de 2011 seempezaron a talar alrededor de 200 árboles. Luego de unainvestigación que ella emprendió, supo que una constructora(Espahabit) había conseguido permisos para construir en el cerro,lo que implicaría perder ese lugar como área verde.
Los vecinos consiguieron la intervención de autoridadesfederales para evitar la construcción de las viviendas y empezarona reforestar para mantener el lugar como espacio para fomentar eldeporte.
Dijo que la actividad de reforestar ha logrado que la gente nouse el cerro como basurero y centro de descarga de materiales deconstrucción. La población recupera paulatinamente el espaciopúblico, pues se acerca a pasear a sus perros, a rodar en bici o acorrer durante las mañanas y tardes.
El trabajo no ha sido fácil porque han ido a quemar losárboles –se quejó Nava– pero hay que ser persistentes y nosolo acudir cada último domingo del mes, sino ir entre semana aver la evolución de los árboles.
APOYO SIMULADO
La activista dijo que mientras su familia hace sacrificiospersonales para comprar árboles y plantarlos, las autoridades oasociaciones solo asisten a simular el apoyo.
“Creo que las autoridades están obligadas a que ellos den(árboles) y den una buena cantidad. Viene la gente deinstituciones y fundaciones, y sacan presupuestos, vienen y dejansus arbolitos así (sin darles seguimiento) y se mueren a los ochodías. Si uno quiere que esto sea efectivo, realmente debe habercompromiso ciudadano”, dijo.
A la par, pidió que los tres niveles de gobierno denseguimiento a la reforestación, pues aparentemente hubo apoyo peroal momento en que se prometió plantar seis mil árboles, solosembraron cien y los demás se los llevaron.
Agregó que ni el Colegio de Bachilleres, que se ubica frente alcerro de Amalucan, ha colaborado con el trabajo filantrópico.
Dijo que la ciudadanía que desee sumarse a la causa puede pedirinformes mediante redes sociales:https://www.facebook.com/Salvando-el-Cerro-de-Amalucan-175256215856630/?fref=ts