Los vehículos ligeros de bajo costo fabricados por algunas empresas chinas sacrifican medidas relevantes de seguridad para hacerlos más asequibles a los consumidores. Aunque ciertas marcas ofrecen automóviles más seguros, notablemente competitivos frente a sellos occidentales y europeos con especificaciones similares, estos dejan de ser baratos, y muchos suelen no tener la misma calidad de los componentes que brindan algunos de sus competidores, lo que puede generar problemas futuros, afirmó David Franco Gutiérrez, investigador de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey Campus Puebla.
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Antes de comprar vehículos manufacturados por algunos de los sellos chinos que han emergido y crecido su presencia en el mercado durante los últimos años en Puebla y México, los consumidores deben ser conscientes de que las posibilidades de que su unidad tenga pocas condiciones de fiabilidad son altas, destacó el especialista. Lo anterior debido a que los modelos más económicos son generalmente los más inseguros, como en todas las marcas.
En entrevista con El Sol de Puebla, el académico, quien ostenta una maestría en Ciencias por el Tec de Monterrey, reconoció que no todos los automóviles fabricados por empresas de origen chino son inseguros. Apuntó que, al igual que otras compañías, las de origen chino ofrecen productos con diferentes características dependiendo de su costo.
La diferenciación entonces se enfoca más a la calidad de los componentes que suelen colocarse en estas unidades, inclusive las de mayor categoría. En otras palabras, si bien los automóviles más caros ofrecen mayores medidas de seguridad en comparación con los modelos económicos, el tiempo de vida de sus refacciones será menor en comparación con otros fabricantes, lo que puede representar mayores costos y contratiempos a los propietarios.
Seguridad automotriz no es negociable
Según Franco Gutiérrez, la seguridad es el factor más relevante y “no negociable” de un automóvil, pues de ella depende la vida de los tripulantes, pero también de quienes se encuentran fuera de la unidad, es decir, la seguridad activa y pasiva, respectivamente.
La realidad es que la seguridad es de los aspectos más importantes que debemos considerar cuando estamos hablando de la adquisición de un vehículo. Creo que esta parte de la seguridad no es negociable en ese sentido, porque la realidad es que siempre vamos a estar dentro del vehículo, enfatizó el experto.
Entre las principales características de protección que debe tener un vehículo se encuentran los sistemas de frenado, la capacidad de maniobrabilidad y de cambio de dirección, la calidad y tipo de neumáticos, así como la mecánica de tracción y sensorización del funcionamiento.
Dicho lo anterior, el especialista recordó que el éxito de estas marcas ha sido apoyado principalmente por los bajos costos que ofrecen a los consumidores en México y Latinoamérica. No obstante, enfatizó que esto ha sido posible gracias a que se sacrificó la calidad de algunos componentes, entre ellos múltiples relacionados con la seguridad motriz de la unidad.
Por ese motivo, resaltó que la única forma de considerar un vehículo de origen chino seguro es si se elige la opción más equipada, que generalmente tienen costos más elevados en comparación con las opciones más económicas, que suelen ser las más populares.
“Aunque no lo veo nada más con las marcas chinas, sino, como ellas, hay segmentos de mercado que sacrifican aspectos de seguridad importantes, y normalmente son los de gama baja en cualquier marca”, opinó.
Autos chinos pueden ser seguros si se compran los de alta gama
Franco Gutiérrez detalló que la mayoría de marcas de origen chino apuestan por la seguridad de los tripulantes en sus gamas altas, sin embargo, destacó que una de las que ha demostrado ofrecer mejor calidad en ese sentido es BYD, que se enfoca en la fabricación de unidades eléctricas.
Por ese motivo, hizo hincapié en que antes de buscar adquirir un vehículo es importante ponderar los mecanismos de seguridad que ofrece. Bajo ninguna circunstancia el especialista recomendó comprar unidades baratas con medidas de protección limitadas.
En ese sentido, destacó que no existen, hasta el momento, ejemplos de automóviles realmente baratos que ofrezcan medidas excepcionales de seguridad. Por ello es necesario tener en consideración que, cuando uno adquiere un producto costoso, generalmente está pagando por estas características que no ofrecen los más económicos.
Frente a ese contexto, Franco Gutiérrez detalló que las marcas de origen chino ofrecen productos de gama alta con aspectos de protección adecuados, como sensores, más bolsas de aire y tecnologías de reacción frente a siniestros, que se asimilan a otros sellos occidentales. Es decir, la funcionalidad entre compañías se asimila.
Sin embargo, los problemas para los consumidores suelen llegar, como en la mayoría de los casos, después de un determinado tiempo de uso. No sólo por la calidad de sus componentes, sino también por la accesibilidad de sus refacciones y servicios automotrices.
Regulación en México no está completa
Desde la perspectiva del académico, aunque existen regulaciones en el país que dictan los requisitos de seguridad para los automóviles recién manufacturados, como la Norma Oficial Mexicana NOM-194-SE-2021, que determina aspectos como el sistema de frenado, la doble cerradura en el cofre, la composición de los cinturones de seguridad y bolsas de aire, entre otros, hay ciertos aspectos que se cumplen en lo mínimo requerido, lo que deja múltiples áreas de oportunidad.
Al respecto, el sitio especializado en datos de la industria automotriz Autofact reveló que la normativa actual en México aún no está al nivel de requerimientos de países latinoamericanos como Brasil y Argentina, cuyos gobiernos exigen a los fabricantes un sistema de control de estabilidad, así como sensores de presión de aire.
Los datos más recientes de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) revelaron que el año pasado hubo al menos cuatro fabricantes de origen chino que vendieron el seis por ciento de los automóviles nuevos vendidos en todo el año.
Si bien el sello preferido entre los poblanos fue MG, también se lograron posicionar otras marcas como JAC, Omoda y Motornation, que ensambla los modelos de Changan, BAIC y JMC.
En marzo pasado, Roberto Rafael Flores Quintero, doctor en Ciencias con Especialidad en Electrónica por el Instituto Nacional de Astrofísica y Óptica (INAOE), detalló a El Sol de Puebla que la mayoría de estas marcas busca economizar “hasta el más mínimo circuito” para posicionarse en el mercado. Sin embargo, advirtió que abaratar los procesos y sistemas de seguridad puede tener varias consecuencias negativas en los usuarios finales.
Por otra parte, Franco Gutiérrez remarcó que no todo depende de la composición de los elementos, sino también del tipo de uso que un consumidor le dé a los vehículos.
Finalmente, el investigador del Tecnológico de Monterrey destacó que la compra de vehículos chinos no necesariamente implica riesgos, siempre y cuando se elijan las opciones más equipadas, que cuentan con los estándares mínimos de seguridad y algunos adicionales. No obstante, remarcó que ninguna unidad en el mundo ofrece protección al 100 por ciento, pues la propia industria automotriz se concibe como un campo de experimentación permanente.
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