En últimos días se habla mucho de la violencia vicaria, esa agresión de género que sufren las mujeres cuando un hombre les arrebata a sus hijos, pero poco se dice de los daños colaterales, como de las enfermedades que empiezan a registrar las madres por el estrés y los daños psicológicos que les causan a los niños por la ruptura del lazo materno. De esto se habló en el cuarto foro de violencia vicaria que estuvo organizado por grupos sociales y el Ayuntamiento de Puebla.
Fue este 7 de octubre que se llevó a cabo dicho foro en el Palacio Municipal y entre sus ponentes estuvo Alexandra Volin-Bolok Lovett, cofundadora del Frente Nacional Contra la Violencia Vicaria, quien aprovechó para aplaudir que en Puebla ya exista una ley que castigue dicha violencia y que por primera vez se haya vinculado a proceso a un padre por este delito.
“Que grato es estar participando en Puebla, un estado que se ha vuelto pilar en este movimiento, entonces todo mi reconocimiento y un aplauso para todas, porque Puebla ha hecho un trabajo por demás honorable y magnífico. No quepo en el orgullo de ese pequeño gran estado, muchísimas felicidades, son punta de lanza en muchos de estos procesos”, declaró.
No obstante, también cree que hay mucho camino por recorrer, principalmente en el tema de las madres y los niños, pues ellas empiezan a registrar enfermedades derivadas del estrés, como alopecia areata, dermatitis nerviosa, fibromialgia, lupus, problemas alimenticios, metástasis entre otros que tienen como origen la preocupación y dolor.
“Son mujeres que están muertas en vida porque les están haciendo la peor crueldad del mundo que es quitarles a sus hijos, se aíslan, empiezan a tener problemas en sus trabajos para seguir los procesos legales y los jefes se van dando cuenta que ya no pueden llevar sus funciones como antes lo que pone en riesgo su empleo”, expuso.
Mientras que los menores por ley no reciben ayuda psicológica, aunque sea muy necesaria porque los hombres les arrebataron el vínculo materno filial. Los niños quedan huérfanos de madre, aunque la tengan y esto les genera muchos problemas de seguridad y sociales a la larga. Por lo que la activista pidió a las autoridades poner puntual atención en este tipo de violencia y considerarla de gravedad como las demás agresiones para que las madres y niños puedan vivir en un entorno saludable, así como recibir ayuda necesaria.
“Por eso es importante la Ley Vicaria porque día a día los padres nos van desdibujando de la vida de estos niños, cada día nos van borrando con ayuda de sus escuelas, fiscalías, juzgados, de sus cómplices (…) no ven el daño colateral a futuro y que están destruyendo familias y contribuyendo a la descomposición social (…) ayúdenos autoridades para que no les corten a estos niños su árbol genealógico a la mitad”, puntualizó.
LOS CÓMPLICES DE LOS VIOLENTADORES VICARIOS
Aunado a lo anterior habló de los “cómplices”, pues desde su experiencia, los violentadores vicarios no son personas que trabajan solas, sus familiares y amigos más cercanos se vuelven sus aliados y quienes los solapan, como la madre del agresor, sus abogados, los directivos de las escuelas, los juzgados, ministerios públicos y hasta las fiscalías. “El 90 por ciento de estos padres sustractores actuaron con ayuda de alguien, no lo hicieron solos”.
En su participación, explicó que estos hombres -en su mayoría- no ejercieron una paternidad activa y por ello, la violencia vicaria se convierte en un acto de venganza y un acto puro de hacer daño. “Dicen que las mujeres a veces se tardan entre 6 y 9 años en salir de una relación cuando hay un tipo de violencia y la respuesta es porque la mujer sabe lo que le viene después, porque la venganza es más dura de lo que ya se vive en pareja”, añadió.
Incluso dijo que las escuelas podrían ser de gran ayuda para que este tipo de violencia cesara, pero que en la mayoría de los casos favorecen al hombre porque tiene mejor posición económica. En este punto hizo un exhorto a la Secretaría de Educación para que capacite a los directivos. “Las escuelas a través de la Secretaría de Educación deberían de tener un protocolo para saber que, si hay una baja, los dos padres deben de acudir y no quitarles derechos a la madre porque eso ha ayudado a que los niños sean sustraídos a otros estados”.
Para concluir, dijo que las mujeres tardan más en dejar un círculo violento porque saben que los hombres no dejarán de hacerles daño sólo con dejarlos, sino que después vendrá la verdadera revancha, las violentarán de manera psicológica, económica, para concluir con la violencia vicaria. “Ahora si te voy a dar en donde más te duele, pero no actuaré solo, lo haré con mis cómplices, estas personas que no ven el daño colateral”, concluyó.