Desde hace más de 60 años, los colonos de la Guadalupe Hidalgo, al sur de la capital poblana, se disfrazan y salen a bailar a las calles acompañados de música norteña, cohetes y un torito de cartón, ya que la tradición señala que el toro ahuyenta a los muertos que el 1 y 2 de noviembre andan entre nosotros.
Es una tradición que ha sido heredada de generación en generación y que volvió a realizarse después de que en el 2020 la pandemia de la Covid - 19 impidió aglomeraciones en espacios públicos, motivo por el que los vecinos del lugar participan en alguna cuadrilla o simplemente salen a observarlas bailar.
Ya sea con música grabada o en vivo, hombres y niños vestidos de charro o mujer huyen o golpean con su chicote al torito, que es cargado por otra persona y busca ahuyentarlos, porque representan a las almas o los muertos.
Nicolás Vázquez García es el organizador de la cuadrilla de la familia Vázquez o también conocida como la de “Los Parranderos” y explicó a El Sol de Puebla que son al menos ocho grupos o cuadrillas los que salen a bailar el 1 de noviembre, aunque el día 2 la cifra aumenta.
“Yo tengo 40 años y ya desde niño andaba bailando también y ahorita todavía seguimos bailando, no sé con exactitud la fecha pero si lleva bastantes años (…) Es un alboroto el que se hace porque cada quien quiere demostrar quien trae más gente, quien baila mejor, quien trae mejor música, obviamente sin llegar a pleito”.
Detalló que el 1 y 2 de noviembre las cuadrillas recorren las calles de la Guadalupe Hidalgo desde las 10 de la mañana hasta las nueve de la noche, sin embargo la costumbre ha crecido al grado de que el domingo previo al día de muertos salen a bailar las mujeres y dos domingos antes lo hacen los niños.
“Como ya la gente sabe de la tradición vamos a las casas y la gente nos da una cooperación para bailar”, dijo al tiempo de señalar que para la colonia es una de las tradiciones más importantes y en este año celebran poder volver a realizarla, aunque con protocolos como el uso de cubrebocas.