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La contingencia sanitaria a causa del coronavirus contribuyó a que en el último año fuera mucho menor el tonelaje de producción en la región
Un pequeño campo de flor, que embellece las pocas zonas agrarias encontradas ya en los alrededores de la Gran Pirámide de Cholula indica que esta producción sigue presente en San Andrés y San Pedro Cholula, pero a la par, refleja que cada vez es menor la cifra de floricultores y hectáreas destinada a este oficio traspasado por generaciones.
Este escenario no es único en la zona de este atractivo mundial, pues se replica en otros puntos de juntas auxiliares de ambas jurisdicciones, donde algunos pobladores coinciden en que, con el paso del tiempo, la floricultura está vigente, pero no como se veía hace una década, cuando era común observar en más espacios, el colorido de la flora y sus diferentes variedades.
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Autoridades de los Ayuntamientos de San Andrés y San Pedro Cholula, con cifras, también confirman este panorama, pues por separado, refieren que el número de productores y la extensión de tierra reportan bajas y lamentablemente, la contingencia sanitaria por coronavirus, contribuyó a que, en el último año, fuera mucho menor el tonelaje de esta producción.
Aunque aseguran que aun con varios factores en negativo, en el territorio de las Cholulas continuará prevaleciendo esta actividad agraria, ejercida más por personas adultas mayores, que por jóvenes.
“Ya son pocos los campos donde se ve florear”, opinó respecto al tema, un grupo de campesinos de la comunidad de Santa María Tonantzintla, perteneciente a San Andrés Cholula.
Los integrantes, quienes tomaban unos minutos de descanso en medio de un campo sembrado con legumbre, contaron que hace varios años, la tierra donde se encontraban era destinada al cultivo de flor, pero aproximadamente hace un lustro, el dueño cambió el giro
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“Es más redituable la verdura que la flor”, añadió otro representante de este oficio y quien sustentó su dicho, al señalar que, en los campos colindantes, sólo una persona estaba desempeñaba la floricultura y era el propietario del mediano-túnel instalado a más de tres kilómetros.
Contaron que en San Andrés todavía hay familias que apoyan su economía en la producción y comercialización de los frutos de este oficio que por más de cien años está presente en Tonantzintla, pero ahora es una realidad, que, con el paso del tiempo, se ha reducido la tierra destinada.
En San Luis Tehuiloyocan, otra comunidad de San Andrés Cholula, la situación descrita en Tonantzintla, es similar.
“Solo recuerdo un campo donde siempre hay flor, está por la secundaría”, externó un habitante, cuándo se le preguntó cómo llegar a las áreas cultivables de este tipo en la comunidad.
Y luego, corrigió que no era parcela, que era un pequeño invernadero, porque el dueño todo el año cultiva flor, pero con ese método y posteriormente, recordó que en noviembre es cuando se ve más este tipo de siembra, porque varios le apuestan a la venta del Cempasúchil.
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Mientras que, en suelo de San Pedro Cholula, en un recorrido por el polígono de la Gran Pirámide de Cholula, sólo se contabilizó un cajón de flor, el cual contribuye a embellecer el paisaje natural que la edificación de la Gran Pirámide de Cholula ofrece a locales y visitantes.
Sin ofrecer una larga conversación, el floricultor, quien justamente trabajaba su tierra, agregó la importancia de esta zona en esta actividad, pero evitó dar más comentarios, pues sólo externó “llevó muchos años en este oficio”.
EN SAN ANDRÉS BAJÓ PADRÓN DE FLORICULTORES EN UN 156%
Ya en datos proporcionados por el Ayuntamiento de San Andrés Cholula, municipio involucrado en esta entrega informativa, se conoció que en la última década el número de floricultores bajó en un 156.25 por ciento.
“Contamos con un padrón de 90 productores que cultivan, principalmente, nube, gladiola, cempasúchil, terciopelo y campanita, pero desafortunadamente factores como el costo de las semillas, la venta de terrenos, el cambio de oficio y recientemente la pandemia del Covid, ha disminuido el padrón, porque hace diez años, eran 250 las personas dedicadas a la producción de flor”, externó el titular de la Secretaría de Fomento Agropecuario, Arturo Ramos Velázquez.
En entrevista, puntualizó que aun con este desplome, áreas productivas de las comunidades Santa María Tonantzintla, San Luis Tehuiloyocan y San Francisco Acatepec, así como de la cabecera local, son destinadas a este tipo de siembra.
“En estos territorios, al menos hay entre 30 a 35 hectáreas con uso exclusivo a la cosecha de flor, pero hace una década eran más de 50”, sumó.
Admitió que se está perdiendo la raíz de esta producción, aunque no estima que vaya a desaparecer, porque aún hay floricultores promotores de la misma.
Aunque platicó que el año 2020, fue realmente difícil para este gremio, por los brotes de coronavirus en el mundo y registrados en México y posteriormente en San Andrés Cholula, pues la pandemia dejó como saldo el fallecimiento de 15 integrantes e importantes pérdidas económicas, pues varios remataron sus cosechas a precios bajísimos.
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El funcionario habló de un programa de reactivación que ayudará a estos productores, el cual consiste en la creación de espacios de venta en el nuevo mercado municipal, así como la reanudación del programa Invernaderos, para favorecer a este sector, que comercializa flores en mercados del interior del estado y es encargado de vestir la festividad de Día de Muertos.
EN SAN PEDRO EL DESPLOME ES DEL 31.4 POR CIENTO
En territorio de San Pedro Cholula, el titular de la Secretaría de Bienestar del Ayuntamiento, Marcelino Calzadilla García, sobre el tema, reveló que el padrón de floricultores y hectáreas destinadas a esta producción ha bajado, pero eso no llevará a su desaparición, porque por herencia este oficio persistirá.
“El 40 por ciento del suelo de San Pedro (equivalente a mil 800 hectáreas) está destinado al campo y al menos en 400 hectáreas se siembra flor, aunque si hay bajas en la producción, como sucedió el año pasado, que, por la pandemia, el decremento fue del 25 por ciento”.
En cuanto al número de floricultores, anotó que el histórico en la materia reflejado en la última década, era de 350 productores, a diferencia de los 240 ahora empadronados en la cabecera local y las juntas auxiliares Santa María Acuexcomac, San Agustín Calvario, San Juan Tlautla, San Francisco Cuapan y San Gregorio Zacapechpan
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“San Pedro tiene un lugar en la siembra y venta de flor, aunque esta por debajo de Atlixco, porque el tonelaje anual oscila entre los 400 a 600 y se comercializa en la Ciudad de Puebla y México”, intervino David Cinto, auxiliar administrativo de la Secretaría referida.
Quien, también apuntó que hay floricultores que han innovado sus técnicas de producción, usando macrotúneles e invernaderos, para mantener vigente este oficio, que lo ha dejado de ejercer habitantes, quienes han decidido desprenderse de sus tierras o se vieron afectados por el crecimiento de la mancha urbana, migración o bajas significativas en la obtención de utilidades.
