Aunque decenas de personas acudieron a la zona del Calvario, vendedores consideraron que atrás quedaron los tiempos que se obtenían excelentes ventas. Ahora, sus ganancias son mínimas por lo que algunos dudan regresar el año siguiente.
Entre la variedad de productos, llamó la atención los considerados “clones o pirata”, pero también de especies animales prohibidas por la autoridad federal como los pericos cabeza amarrilla a la venta por mil 800 pesos.
Aunque los gobiernos estatal y municipal han montado operativos para decomisar teléfonos celulares en la vía pública, en el Calvario fueron exhibidos este tipo de equipos en un puesto instalado justo a un costado del centro de mando de supervisión de la Secretaría de Gobernación municipal.
De acuerdo al recorrido realizado por El Sol de Puebla, puestos de comida recibieron mayor demanda al igual que los juegos mecánicos, mientras que pasteles, pan y golosinas, estuvieron en un segundo escalafón sin registrar movimiento constante de clientes.
Posterior a las 13:00 horas comenzó el flujo permanente de visitantes a este lugar tradicional que se instala con motivos de la procesión de Viernes Santo. Sin embargo, viene a impactar en los niveles de venta de los restaurantes instalados en el parque de San Francisco.
Conforme a versiones de algunos vendedores, el flujo de visitantes no fue proporcional a las ganancias obtenidas, “llegan miran y nada más, la gente ya no compra como antes”, expresa en tono de resignación un vendedor de ropa deportiva.
Otro comerciante de ropa, comenta que ya no es negocio venir al Calvario como sucedía en el pasado donde cualquier puesto obtenía ganancias importantes.
A su parecer, “ya no es negocio” estar en este sitio por lo que analizará la conveniencia de regresar el siguiente año, versión que igualmente compartieron productores de pan y de flores naturales.
VENDEN DE TODO HASTA PERICOS Y CELULARES
Entre los más de mil 700 puestos que fueron autorizados por la Secretaría de Gobernación municipal, llamó la atención la proliferación de productos “clones o pirata” como cinturones, perfumes, ropa de mezclilla y relojes.
A lo largo del recorrido, fueron varios los giros de este tipo, llamando la atención igualmente dos casos que están penados por los tres niveles de gobierno.
El primero, la comercialización de aves detectando a una mujer exhibiendo en redes o mallas pájaros de color azul y rojo, sosteniendo en la mano una con pericos cabeza de color amarillo. El costo de cada ejemplar era de mil 800 pesos a tratar.
Metros más adelante, justo a un costado del centro de mando de la Secretaría de Gobernación del Ayuntamiento de Puebla donde ambulantes realizaban su pago para vender, estaba un puesto de teléfonos celulares.
Los equipos supuestamente eran nuevos, aunque no daban ninguna garantía más que probarlos en el mismo momento y cada uno valía la cantidad de mil 500 pesos, muy por debajo de su precio original en tiendas oficiales.
Supuestamente había recorrido de supervisión de la autoridad municipal, sin que ninguno de los dos puestos le fueran decomisados los animales o teléfonos.
El reporte municipal posterior a las 15:00 horas fue saldo blanco y sin percances.