Hasta en un 80 por ciento pueden disminuir los encharcamientos e inundaciones en las calles de la ciudad por las lluvias, si la ciudadanía no arrojara basura en la vía pública, estimó Gustavo Ariza Salvatori, director de la Unidad Municipal de Protección Civil.

Dio a conocer que las autoridades sí han realizado su labor preventiva, pero lamentablemente falta cooperación para que se vea traducida en resultados favorables cuando se presentan precipitaciones.

Aun así dijo que la ciudad está lista para enfrentar la temporada de lluvias, revelando que la tormenta atípica del lunes no hubo señal de alerta en los vasos reguladores, barrancas y ríos, al mantenerse a niveles aceptables sin riesgos de desbordamientos.

Ariza Salvatori manifestó que las inundaciones y encharcamientos registrados en diferentes avenidas y bulevares obedecen, principalmente por la acumulación de basura que impide el paso libre de agua.

“Si estuvieran limpias las calles de basura como papel, botellas de agua, papel o cartón, permitiría el flujo rápida del agua de lluvia, básicamente puede llegar a disminuir hasta 80 por ciento las inundaciones”.

Lamentó que las campañas de prevención vía las redes sociales e incluso la entrega de trípticos por parte del Organismo Operador de Servicio de Limpia (OOSL) no hayan tenido el efecto deseado, por lo que exhortó a la población a cooperar para reducir problemas en esta temporada de lluvias.

“Las autoridades hemos realizado nuestra parte, incluso desde antes de la temporada de lluvias pero requerimos de la participación ciudadana, de lo contrario el esfuerzo realizado será inútil”, sentenció.

El director de la Unidad Municipal de Protección Civil pidió no delegar toda la responsabilidad de las inundaciones al gobierno y los poblanos se sumen a este esfuerzo cooperando con la parte que les corresponde.

Tal es el caso como depositar la basura en los sitios indicados como los botes papeleros o a la hora que les corresponde cuando pasen los camiones del servicio de limpia, sin olvidarse de barrer y mantener limpias las entradas de hogares y negocios.