Durante el 2024, Puebla se ubicó como uno de los estados del país, que tienen vocación automotriz, en ofrecer las más bajas condiciones de trabajo dentro de este sector, ya que no cumple adecuadamente con la normatividad laboral, hay discriminación y poca libertad de asociación sindical, según la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF) y la Industria Nacional de Autopartes (INA).
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En su presentación de resultados del diagnóstico sobre la situación laboral en el sector automotriz en México, indicaron que de las 16 entidades federativas que llevan a cabo esta actividad productiva, el territorio poblano se colocó hasta el peldaño número 10.
En dicho ranking, solo logró estar por encima de Tamaulipas, Baja California, Zacatecas, Aguascalientes, Jalisco y Tlaxcala. De manera contraria, los estados mejor posicionados fueron Chihuahua, Coahuila, Durango y Nuevo León.
En el reporte se informa que Puebla, junto con las otras entidades rezagadas, no destacaron debido a que no han logrado mejorar al 100 por ciento su conocimiento sobre la legislación laboral y legitimación de Contratos Colectivos de Trabajo (CCT).
Esto no les permite cumplir adecuadamente la normatividad laboral, prevenir la discriminación, impulsar la equidad de género, evitar la violencia en el trabajo, tener libertad de asociación y contar con un diálogo social.
Ambas instituciones exponen que dicha responsabilidad recae directamente en las empresas armadoras y de autopartes, como Volkswagen de México y Audi México, instaladas en la entidad poblana.
También aplica para los diferentes organismos gubernamentales, clústeres automotrices y cámaras empresariales que tienen contacto directo o relación con dicha actividad productiva.
Las condiciones laborales dependen de un limitado número de empresas
Tras este panorama, Juan Alberto Vázquez Muñoz, director de la facultad de Economía en la BUAP, explicó que el sector automotriz de Puebla ofrece bajas condiciones laborales debido a que estas dependen de un número limitado de empresas, como es el caso de Volkswagen y Audi.
Lo anterior, significa que dichas compañías son las que establecen el tope máximo que se puede ofrecer a los colaboradores en los diferentes rubros, por lo que el resto, que son mayoría, están por debajo.
“La parte complicada del sector automotriz de Puebla es que hay pocas empresas fuertes, y si volteamos a otro lado, no hay más. Esto hace que no exista una competencia para ofrecer mejores condiciones laborales, pues empresas como Volkswagen son la referencia y ese es el gran problema de depender de pocas unidades económicas”, expresó.
Por su parte, David Gutiérrez Franco, director del programa de Ingeniería Mecánica en el Tecnológico de Monterrey campus Puebla, agregó que es de suma importancia mejorar las condiciones laborales en dicho sector, pues de lo contrario, se espera un 2025 con incertidumbre.
Desde su óptica, un lugar que ofrece precarias condiciones de trabajo pierde competitividad, inversiones, empleos y hasta su imagen que tiene con los socios comerciales extranjeros.
“Habrá que esperar la perspectiva que traen los nuevos gobiernos, porque si analizamos la competitividad por condiciones laborales, no obtenemos un lugar privilegiado, por lo que es urgente trabajar en este tema”, finalizó.
Recomendaciones para mejorar las condiciones
La PADF y la INA presentaron una serie de recomendaciones para que los estados sigan mejorando las condiciones laborales de los trabajadores, ya sea en el sector automotriz o en otros rubros.
Por mencionar algunos ejemplos, se encuentra fomentar programas de formación en temas relacionados con la reforma laboral y talento humano, impulsar la formación de personal especializado para el área operativa, capacitar al personal en centrales obreras y a líderes sindicales, así como clarificar y definir en la legislación el tema de inclusión.
También propusieron promover el apoyo del gobierno a organismos para atender las necesidades del sector, promover el aumento de matrícula de mujeres en carreras técnicas o de ingeniería, desarrollar nuevos programas de formación para las áreas de liderazgo, e impulsar la reforma laboral en otros sectores involucrados en el T-MEC: aeroespacial, electrónico, agroindustrial, industria ligera (electrodomésticos), entre otros.
Asimismo, se mencionó el papel del diplomado “Sistema de Justicia Laboral y T-MEC para la Industria Automotriz”, realizado en colaboración con la PADF y la Universidad Iberoamericana, como una herramienta clave para promover prácticas laborales responsables en la industria, otorgando hasta el momento 360 becas para esta profesionalización.
La presentación del estudio, concluyó con un llamado a la colaboración entre gobierno, empresas y la academia para transformar los hallazgos del diagnóstico en acciones concretas, que fortalezcan la competitividad del sector, promuevan la inclusión y garanticen el respeto a los derechos laborales.
