Puebla, Pue. El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, negó que Perfecto Bazán Galindo, presidente municipal de Amixtlán emanado de Movimiento Ciudadano (MC), afronte un estado de salud adverso que le impida hacerse cargo de su ayuntamiento, pues defendió que el edil puede “hablar”, “platicar” y sesionar con su Cabildo.
Para aclarar las dudas de pobladores de esa alcaldía situada en la Sierra Norte, respecto a las condiciones de salubridad de Bazán Galindo, el mandatario estatal defendió que el munícipe ya se encuentra en recuperación tras el derrame cerebral que sufrió en marzo pasado e inclusive sostiene conversaciones con personal de la Dirección General de Gobierno. De esta forma, refutó que el territorio se encuentre en la ingobernabilidad.
“Estamos en contacto, a través de la Dirección de Gobierno, con él (...) Se está reponiendo desde hace meses, sí tuvo una afectación de esa naturaleza pero el presidente habla, platica, toma decisiones y participa en sus cabildos, entonces sí está bien”, indicó en respuesta a un cuestionamiento hecho por El Sol de Puebla.
Del mismo modo, sostuvo que la vida en Amixtlán fluye con normalidad, pues presumió que así se lo indicaron tres grupos de habitantes que lo visitaron y le dijeron que en la demarcación hay unidad entre pobladores. También aclaró que las intervenciones de infraestructura social avanzan sin contratiempos.
“Me han venido a ver muchos de Amixtlán y les he dicho, ‘Mantengan la unidad en el municipio’. No hay violación de derechos humanos, no hay atropellos. Está caminando todo, le estamos haciendo obra pública, estamos llegando”, asintió.
Ahora bien, respecto a los señalamientos populares que indicaban que, supuestamente, ante la ausencia del edil, su firma estaba siendo falsificada, el gobernador del estado evitó pronunciarse al respecto ya que aclaró que él no es perito.
Para concluir, no hay que olvidar que este medio dio a conocer que, ante la incertidumbre de desconocer si el edil había asumido o no sus labores, la población emitió un comunicado firmado por 500 ciudadanos en el cual se reveló la preocupación colectiva que la presunta ausencia generaba, todo esto sin que el Ayuntamiento de Amixtlán emitiera una postura oficial al respecto.