El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, reconoció que intervino en la mediación del conflicto que ejidatarios de San Antonio Tlatenco, en Chiautzingo, sostienen desde hace más de un siglo con autoridades federales por la distribución del líquido proveniente de un manantial, por lo que se evaluará la modificación de los litros que reciben los lugareños.
Tal como lo informó El Sol de Puebla, terratenientes de Tlatenco acudieron en búsqueda de apoyo a Casa Aguayo, durante la jornada pasada de Martes Ciudadano, y ahí expusieron que, mediante un acuerdo firmado por su presidente auxiliar, Néstor Medina, el agua que reciben, además de ser escasa, sería distribuida en otros ejidos.
En consecuencia, el mandatario poblano optó por ser mediador y reunió a personal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a la secretaria de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial (Smadsot), Beatriz Manrique; al alcalde de Chiautzingo, Salvador Domínguez; al edil subalterno y a los pobladores afectados.
“Yo pude haber dicho que no me meto porque es un asunto federal, porque todos los temas de agua son de la Conagua, pero, ¿si se matan ahí? Ahí sí hay un enfrentamiento, no, no. Me metí y me [volvería] a meter, ya estoy dentro pues”, indicó este martes en respuesta a un cuestionamiento hecho por esta casa editorial.
Y aunque la problemática expuesta por los ejidatarios incluía también el reparto del líquido a otras propiedades, entre ellas la Hacienda Mendocinas, que posee Raúl Salinas de Gortari, el gobernador se limitó a opinar solamente sobre la cantidad de agua que reciben los pobladores, que es de 6.5 litros por segundo.
“Le pedí a Medio Ambiente (Smadsot) y a Conagua que hicieran los estudios para determinar si los 6.5 litros son suficientes o insuficientes, o cómo se puede distribuir y [fue] un acuerdo unánime”, sostuvo.
Admitió además que coincidió con los inconformes, respecto a que debe generarse un nuevo mecanismo de investigación para determinar la cantidad justa que debe ser distribuida entre los hogares del ejido.
“Las señoras interesadas, reclamantes (...) decían que los estudios que determinaron que son 6.5 litros por segundo (...) fueron conforme a otros parámetros, no conforme a los actuales, entonces eso lo entendimos todos, por eso se van a hacer nuevos estudios”, acotó.
Finalmente, es importante recordar que, de acuerdo con lo dicho por Evodio Pérez Palestino, presidente del comisariado ejidal de San Antonio Tlatenco, a este medio, la confrontación entre la Conagua y los lugareños ha durado más de un siglo, y la razón es que los títulos de concesión que poseen les permiten aprovechar únicamente 6.5 litros de agua de un manantial, cuando lo ideal, sostuvo, deberían ser entre 30 y 50.