Biotecnología podría prevenir y curar enfermedades degenerativas

Esta rama de la ingeniería ha permitido avanzar en rubros que en el pasado se veían como imposibles, tal es el caso de la salud

Daniel Cruz Cortés | El Sol de Puebla

  · domingo 3 de abril de 2022

Biotecnologí podría prevenir y curar enfermedades degenerativas

Desde la prevención y cura de enfermedades degenerativas y letales, hasta la producción sustentable de alimentos que no implique el agotamiento de los recursos naturales y a su vez, permita acabar con la crisis de hambruna global, todas ellas podrían solucionarse con el uso ético de la biotecnología. A decir de Raymond McCauley, científico estadounidense, la revolución genética ya inició y prueba de ello son las vacunas contra Covid-19 que siguen salvando miles de vidas en todo el mundo.

Con un apasionado discurso, McCauley, uno de los ponentes más esperados del Festival de las Ideas Puebla 2022, cautivó a la audiencia que se dio cita en el Auditorio Metropolitano este viernes 1 de abril. Convencido de sus postulados, compartió su experiencia en el campo de la ingeniería genética y aseguró que el uso responsable de la misma, puede garantizar un futuro próspero y equitativo.

El astrofísico hizo analogías con lo inmenso de la galaxia y lo pequeño que resulta ser humano. Foto: José Luis Bravo | El Sol de Puebla

Detalló que en la actualidad, esta rama de la ingeniería ha permitido avanzar en rubros que en el pasado se veían como imposibles, tal es el caso de la salud. Explicó que uno de los ejemplos más cercanos que compartimos de forma global, es el de los fármacos contra SARS-CoV-2, pues los mismos fueron diseñados a partir de esta ciencia.

A UN PASO DE ERRADICAR ENFERMEDADES

Uno de esos ejemplos es el de las vacunas de ARN mensajero (ARNm), que son compuestos diseñados mediante procesos especializados, que usan el código genético del mismo virus al que se planea combatir y el mismo se reconfigura de tal forma que el organismo receptor del biológico, realice el reconocimiento necesario desde el sistema inmunológico, impidiendo graves afectaciones de salud.

Ante esa realidad, resaltó que la medicina será el terreno en el que se explorarán un mayor número de posibilidades de acción, pues existen grandes males que han azotado a la humanidad desde hace varios años y deben ser solucionados, dijo. Uno de ellos es el paludismo, mejor conocido como la malaria, un padecimiento que, aseveró, ha sido el más mortal en todo el mundo. Gracias a la ingeniería genética, en 2021 se aprobó la primera vacuna contra ese padecimiento.

Siguiendo por ese camino, múltiples tipos de cáncer o hasta el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) podrán ser pronto una enfermedades menos frecuentes, o en el largo plazo, males completamente erradicados en el planeta, sostiene el especialista. Esto podría ser una realidad en los próximos diez años, externó.

FIN A LA HAMBRUNA Y EL DAÑO ECOLÓGICO

McCauley hizo hincapié en que las posibilidades de la biotecnología son infinitas. Por ello, además de la salud, el uso correcto de ese conocimiento pudiera crear mecanismos de producción alimentaria sustentable y cuidado al medio ambiente.

Declaró que de acuerdo con los avances de esa ciencia, hoy se conoce que puede replicarse el código celular de un animal y con ello, desarrollar alimentos saludables y 100 por ciento libres de carne. A propósito, detalló que el ritmo actual de la caza de especies para el consumo humano es un riesgo no solo para el balance ecológico, sino también para los países con índices altos de hambruna, lo cual propicia una desigualdad alimentaria.

Las plácidas horas en estas poblaciones pasan vigiladas por su reloj de sol. Foto: Pedro Alonso | El Sol de Puebla

Agregó que de lograr la creación de una herramienta de esa índole, con un alcance masivo, los costos de los productos podrían ser más bajos y accesibles para millones de personas en todo el mundo, disminuyendo en gran medida esta crisis que genera miles de fallecimientos anualmente.

Finalmente, resaltó que la ingeniería genética debe usarse siempre de forma ética, pues de ello dependerá el bienestar de la población. Ante ello sostiene que la comunidad científica que se dedica al estudio de esas propiedades celulares, debe trabajar siempre con miras a hacer esa tecnología accesible y abierta para cualquiera que desee conocer sobre el tema.

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