Suman más de 40 horas y la autopista México-Puebla permanece bloqueada en ambos sentidos por pobladores de Santa Rita Tlahuapan que exigen el pago de las tierras que vendieron el siglo pasado, ocasionando que cientos de personas, entre ellos menores de edad y adultos mayores, presenten afectaciones fisiológicas y emocionales derivadas de la imposibilidad de avanzar hacia sus destinos o de regresar a sus lugares de origen.
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Tras suspender de manera indefinida el cruce de vehículos particulares y mercantiles desde las 11 de la mañana del martes, ciudadanos varados en la autopista México-Puebla reportaron la falta de información sobre la situación y la escasez de alternativas para trasladar personas enfermas.
A primera hora de ayer, cientos de familias y conductores salieron desesperados de sus vehículos en busca de comida, baños, batería para sus teléfonos y medicamentos para atender diversos padecimientos.
Uno de esos casos fue el de José Manuel Rubio, poblano que partió aproximadamente a las 3 de la mañana rumbo a la Ciudad de México para llevar a su esposa a una cita médica en el Instituto Nacional de Cancerología.
Según el hombre, el caso de su esposa es de relevancia médica, debido a que sufre un padecimiento oncológico que requiere tratamiento especializado, ya que al no recibirlo aumenta el dolor interno a grandes escalas.
Otros sufrieron la falta de ventilación y las altas temperaturas. A ello se sumó la escasez de comida, agua y sitios para satisfacer sus necesidades fisiológicas. Esta situación causó que un adolescente sufriera un ataque de ansiedad que se agudizó con la falta de alimentos.
En el kilómetro 71 de la autopista, un grupo de jóvenes que regresaba de Puebla a la Ciudad de México sacó un paquete de baraja y comenzó a jugar en las mesas de un local de alimentos donde se ofrecían platos con un trozo de carne de res hasta en 150 pesos.
Por si esto fuera poco, los daños económicos se cuantifican en cientos para varios de los empresarios y transportistas de carga que no pudieron avanzar desde la mañana del martes.
Ingrid, comerciante originaria de Veracruz, señaló que, al quedar varada junto a su familia en un autobús de pasajeros sobre la carretera, en Nativitas, Tlaxcala, perdió la oportunidad de vender sus productos.
Francisco Morales viajaba de Tapachula a la Ciudad de México a vender productos agrícolas del sur mexicano. Debido al calor que impactó el ardiente asfalto, su mercancía sufrió merma.
María Elisa Rodríguez, ciudadana española, perdió un vuelo a Barcelona tras quedar varada en el tránsito por 20 horas continuas. Desde su perspectiva, la ciudadanía se encuentra desamparada frente al bloqueo de vialidades federales, razón por la cual enfatiza su inconformidad frente a la falta de resultados en las negociaciones.
Frente a ese contexto, un grupo de pobladores emprendió de forma desesperada el derribo de una malla en el muro de contención de la autopista a la altura del kilómetro 71, en Santa Rita Tlahuapan. Pese a que al menos cinco unidades atravesaron por dicho paso improvisado con dificultad, el mismo fue bloqueado nuevamente por pobladores de dicha comunidad.
Más tarde, integrantes de la comitiva ejidal que disputa el pago de sus terrenos pactó el cruce pacífico de un autobús de la marca ADO al otro sentido de la autopista, esto con la finalidad de trasladar un grupo de pasajeros provenientes de la Ciudad de México hacia Puebla.
Con ayuda de herramientas, pobladores de Santa Rita Tlahuapan que fueron llevados al sitio en una camioneta del ejido lograron mover por instantes la barda de cemento. Sin embargo, una vez atravesado el autobús, ordenaron la restitución de la barrera, con la finalidad de evitar el cruce de automovilistas. Esta actividad la hicieron con apoyo de personal de Caminos y Puentes Federales (Capufe), y bajo la vigilancia de elementos de la Guardia Nacional.
En 1958 el gobierno federal expropió 36 hectáreas de Santa Rita Tlahuapan para la construcción de la autopista México-Puebla. Aunque inicialmente se pagaron 2 millones de pesos, tras varias protestas la cifra subió a 176 millones. El cheque fue entregado al representante del ejido, pero el dinero nunca fue repartido a sus compañeros.
Bloqueos no son novedad en la autopista
En los últimos 20 meses se han registrado un total de 10 bloqueos, siendo el emprendido el pasado martes uno de los más largos hasta el momento.
En lo que va de 2024 se han reportado cinco manifestaciones que tuvieron el objetivo de restringir el tránsito de vehículos en la autopista México-Puebla. Previo al actual suceso, en julio pasado un grupo de ejidatarios protestó en dos ocasiones por la falta de pago tras la construcción del Parque Nacional Izta-Popo.
Entonces se pidió el pago de tierras donde hoy atraviesa la carretera. El primer bloqueo duró aproximadamente 10 horas, y este finalizó cuando personal de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) se comprometió a establecer una mesa de diálogo en la capital del país para analizar las demandas sociales. El segundo duró hasta 20 horas.
No obstante, un año atrás se registraron siete cierres viales en esa misma vialidad. El primero, en febrero, duró dos horas. En mayo los ejidatarios de Santa Rita Tlahuapan protestaron por el cambio de un párroco. Para junio también se manifestaron, pero en esa ocasión exigieron la liberación de un hombre acusado de presuntamente participar en un linchamiento. En agosto también pidieron la liberación de una persona; en septiembre pugnaron primero para que no se liberará a un extesorero de los bienes ejidales y luego para que dejarán en libertad a cuatro personas que eran investigadas por el Ministerio Público.
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Los pobladores de Santa Ana Xalmimilulco, Huejotzingo, cerraron la autopista en diciembre de 2023 para pedir que se dejara en libertad a siete pobladores que se manifestaron por la construcción de una obra hidráulica en la zona.
