Brecha digital: el reto de maestros para dar clases en línea

El aprovechamiento de los alumnos en el regreso a clases a distancia dependerá, en gran medida, de las herramientas tecnológicas que se tengan en casa

Maricarmen Hernández | El Sol de Puebla

  · jueves 23 de abril de 2020

Foto: Julio César Martínez

La brecha digital que hay en el sector educativo, pone en desventaja a los alumnos de los diferentes niveles de escolaridad toda vez que, aquellos que no tienen herramientas como internet, televisión o acceso a las plataformas digitales, no avanzan de la misma manera que aquellos alumnos que sí cuentan con ellas, así lo consideraron docentes que están al frente de grupos de nivel preescolar, primaria, secundaria y preparatoria.

Marisol es maestra de tercer año de preescolar y refiere que da clases en la colonia 2 de marzo, considerada una zona semirural y donde algunas familias padecen de escasos recursos. Asegura que en periodo de clases normales, algunos padres de familia consiguen con dificultad los materiales para las actividades de sus hijos y, en este periodo de contingencia, la comunicación con ellos se vuelve aún más complicada pues algunos no cuentan siquiera con un equipo móvil para recibir los materiales didácticos que puedan ayudar al aprendizaje de los pequeños.

“El medio de comunicación que tengo con ellos es mediante WhatsApp, pero, aun así, algunos tienen problemas para hacer recargas y obtener datos. Hay quienes sí tienen posibilidad de descargar los videos y les dan seguimiento a los programas educativos, pero hay otros que incluso no tienen señal de televisión y eso provoca que algunos alumnos avancen más rápido que otros”, compartió.

Una situación similar sucede con el maestro Rafael Castillo, docente de primaria en la comunidad de San Juan Tuxco, del municipio de San Martín Texmelucan, quien reconoce que, si bien, el desarrollo personal e intelectual no depende exclusivamente de las tecnologías, sí deja ver las ventajas y desventajas que tienen los alumnos justamente por esta falta de acceso a herramientas de aprendizaje.

“No es lo mismo un alumno que vive en la cabecera municipal que tiene todas las herramientas para desarrollarse a otros niños que no las tienen (…) La región en la que nos encontramos hace difícil el acceso a cada uno de los alumnos y la indicación para ellos fue hacer trabajos impresos y en libretas; algunos, que sí tienen señal, están en los grupos de WhatsApp, pero no todos en la comunidad logran estar informados de los temas en los que vamos trabajando y se van atrasando”, indicó.

En el nivel de secundaria la historia se repite. Isela Pérez da clases en una escuela pública de la Resurrección y coincide con sus colegas al asegurar que, el estar en contacto vía telefónica o por redes sociales con sus alumnos le permite ver las condiciones en las que vive cada uno de ellos y comprender el por qué unos no pueden cumplir con ciertos trabajos y a su vez entender el avance que cada uno registra en el aula.

Referente al uso del libro de texto dijo que en su plantel educativo les llegaron -por parte de la SEP- libros de diferentes editoriales y modelos educativos, lo que impide seguir una planeación bajo el uso de este instrumento ya que no todos tienen los mismos temas. “En el caso de mi centro de trabajo los jóvenes recibieron libros de diferentes editoriales y vienen estructurados de diferente manera, se supone que íbamos a trabajar bajo el nuevo modelo educativo, pero a unos les llegó con el plan anterior y con temas que ya no se manejan y a otros con el nuevo plan de estudios”, compartió.

Finalmente, el nivel de preparatoria las barreras también se hacen presentes, aún en el sector privado, asegura Dolores Velázquez, quien imparte clases en este nivel educativo. “Me he topado con varios de mis alumnos que no tienen internet en su casa, una cosa es que puedan tener acceso a una escuela privada, pero no todos tenemos acceso a estas cuestiones tecnológicas a las que se supone tendríamos que estar adaptados”, indicó.

Esa brecha digital, consideró, parte principalmente del aspecto económico, una situación que se vive en muchos hogares y que, tal y como lo mencionaron los otros maestros, permite el avance o retraso de los estudiantes.