CrossFit: un ejercicio de alta intensidad que requiere sus precauciones

El CrossFit es una disciplina física de alta intensidad que cualquier persona puede realizar, siempre y cuando esa intensidad se adapte a tus capacidades físicas

  · viernes 2 de agosto de 2019

El CrossFit es una disciplina física de alta intensidad que cualquier persona puede realizar, siempre y cuando esa intensidad se adapte a tus capacidades físicas. Sin embargo, como en todo deporte, si se realiza de manera inadecuada puede derivar en una serie de problemas.

Si practicarlo está dentro de tus opciones, entonces toma en cuenta los cuidados que debes de tener para prevenir lesiones y, sobre todo, qué es lo que debes de checar antes de inscribirte en un centro de entrenamiento, mejor conocido en el ambiente de los “crossfiteros” como Box. Para esto acudimos con Julio Merino y Erika Pérez, coaches certicados de 72700 Athletics (situado en Camino Real) y con el Dr. Alejandro Reyes Díaz, del área de Medicina Deportiva de la UPAEP.

EL CROSSFIT

“La receta del CrossFit son los movimientos funcionales constantemente variados, generados a alta intensidad. Si hablamos de movimientos funcionales hablamos de los movimientos naturales del cuerpo como sentarse, pararse, jalar, empujar, saltar…y si son naturales, son seguros”, afirma Julio Merino. Una de las claves de esta disciplina es la alta intensidad, es decir, hacer las cosas a tu máxima velocidad. “Intensidad viene de hacer las cosas rápidas y fuertes”, asegura el coach, y si no se hacen con “técnica y consistencia”, seguramente te inducirán a un problema o a una lesión. Por eso se aconseja tener mecánica y consistencia para hacer algo a alta intensidad.

PELIGROS AL PRACTICARLO Y CUIDADOS PARA EVITARLOS

Si bien la imagen de esta práctica proyecta entrenamientos extremos solo aptos para atletas profesionales, la realidad es que la puede realizar desde un niño hasta un adulto mayor sin riesgo alguno; sin embargo, eso no limita a que tomes en cuenta los aspectos siguientes, antes de comenzar con este deporte.

Coach profesional: Busca un buen centro de entrenamiento donde te asesore un profesional especializado en el CrossFit, que cuente por lo menos con la certificación de Crossfit L1 (lo indispensable para dar clases). Existen muchas certificaciones, como Crossfit Endurance, Crossfit L2 o la OPEX (una certificación para dar coaching personalizado), entre otras. Lo mejor es acudir con gente preparada y atletas disciplinados y comprometidos con el modelo o plan de entrenamiento y, sobre todo, que esté certificada en el tipo de necesidad que tengas, ya sea algo básico o especializado.

Mala ejecución: “Dentro y fuera del CrossFit, una lesión es aquella que sucede cuando no está fundamentado el coacheo y no se aplica la metodología de la mecánica del movimiento por el coach (en un 90%), además de una mala ejecución o negligencia del atleta (en un 10%)”, testifica Julio; lo recomendable es aprender a realizarlos de manera adecuada.

El calentamiento: Como cualquier práctica deportiva se requiere de un adecuado calentamiento antes y después de la práctica. “Para evitar un malestar o una lesión realiza un calentamiento de 10 a 15 minutos, de acuerdo a los movimientos que se van a ejecutar en la clase”, añade Pérez. Es importante trabajar en la movilidad del atleta, es decir, no solamente se trata de hacer una clase e irse, sino hacer la parte de estiramiento al final de la clase.

Sobre entrenamiento: Así como la rutina es importante día a día, también lo es el descanso, es por eso que se tiene que tener conciencia del nivel al que llega tu cuerpo. “Es bueno medir las capacidades del alumno y que el instructor sea certificado, porque si te pone a cargar peso de más o alguna actividad a la que no estás habituado, lo que pone en riesgo es el sistema músculo esquelético”, declara Alejandro Reyes. Toma en cuenta que, aunque tu entrenador te motive a realizar más ejercicios, si ves que tu cuerpo no puede más, externa tu opinión.

Valoración médica y terapias: “Para cualquier práctica deportiva debe de haber una valoración por un médico general o medico en medicina deportiva”, sugiere el médico, para conocer tu estado de salud y checar si no hay una situación que pueda alterar la práctica deportiva, tal como lumbalgia crónica, daños de disco intervertebral en la columna o cualquier otro tipo de alteración.

Por su parte, Érika Pérez propone que para evitar lesiones se considere la fisioterapia como herramienta preventiva y no solo correctiva, es decir, acudir al fisioterapeuta para dar mantenimiento a los músculos y articulaciones no solo cuando exista una lesión, sino también para prevenir.

Pamela Torres, Pamela Benavides, Shara Arista, Lorena Cuatzo y José Frías

LESIONES MÁS COMUNES

Como ya lo leímos, aunque es difícil que exista la posibilidad de una lesión –tomando en cuenta los puntos anteriores- no está demás dar a conocer cuáles pueden ser las más comunes, de acuerdo a la información del Dr. Reyes Díaz.

Espalda baja: Por cargar pesos inadecuados y cargas de más, motivo por el cual en algunos casos –solo muy específicos- se recomiendan fajas protectoras.

Articulaciones de carga: Las rodillas y tobillos son las más frecuentes, pueden dañarse por un movimiento de carga inadecuada.

Sistema muscular: Lo que comúnmente conocemos como tirón muscular, inflamación muscular, un desgarre o ruptura de músculo, pueden ser algunas de las consecuencias.

Finalmente, recuerda que el deporte tiene muchos beneficios, siempre y cuando se haga bien y se midan las capacidades personales, para no ir más allá de lo que puedes ejecutar.