¿Te regalaron un perrito por el Día de Reyes y no sabes qué hacer?
No entres en pánico. Un perro es el mejor amigo de la raza humana. Son amigables, tiernos, sensibles y fieles.
Quizá no estabas preparado (a) para este gran paso, pero ya que ha llegado a tu vida, te queda disfrutar la compañía y comprometerte a cuidar a un ser vivo que no pasará hambre, ni frío ni soledad por estar a tu lado.
Siempre existen otras alternativas, como darlos en adopción. Sin embargo, deberías darte la oportunidad de conocer a un nuevo amigo.
1. SÉ TOLERANTE Y PACIENTE
“Quiero un perrito” es una frase sencilla de usar. Sin embargo, se debe pensar a largo plazo si es que todos los habitantes de un hogar son tolerantes a llenarse de pelos, pues por más que se aspire, una casa con un cachorro feliz e integrado (no condenado a vivir en la azotea o en su casa del patio) siempre tendrá pelos.
También se debe concientizar en que el perro solo se comunica con ladridos (como un bebé con el llanto), por lo que, si lo que buscas es silencio, es poco recomendable que un fiel amigo canino esté contigo, pues ladrará cuando oiga a extraños o cuando vea a otro perro, se expresará y querrás que pare.
Esto, sin tomar en cuenta que, a la llegada del perro a un nuevo hogar, puede costarle la adaptación y llorar toda la noche o destruir tapetes, alfombras y hasta plantas, por lo que debes ser paciente.
2. APARTA LOS GASTOS MENSUALES
De las primeras cosas que debes hacer cuando el perro llegue a tu hogar, es llevarlo a una revisión con el veterinario y ver que se le apliquen las vacunas correspondientes, dependiendo el tiempo de vida. Parvovirus, moquillo, adenovirus, leptospirosis o coronavirus, son algunas dosis que se deben aplicar al cachorro en las primeras semanas de vida. Todas ellas tienen costos diversos.
La Procuraduría de la Defensa del Consumidor (Profeco) detalla, con base en una encuesta de la Universidad del Valle de México, que el gasto promedio mensual en una mascota es de mil 407 pesos, tomando en cuenta los servicios de un veterinario, la comida, la limpieza, los juguetes y hasta los premios.
Hay que tener en cuenta que además de las vacunas, en el área de salud también se debe invertir para el control parasitario, la esterilización, revisiones de rutina y nutrición de la mascota.
Se deben tener otras previsiones de gastos, como una posible enfermedad, pues también ellos pueden enfermar (intoxicaciones, otitis, moquillo, sarna, parásitos o gastritis, entre otros padecimientos).
3. DALE AMOR
Si nunca has tenido un perro o eras muy joven e inconsciente cuando estuviste a cargo de uno, esta es la oportunidad para hacerte responsable.
Con un perro en la familia siempre habrá amor desinteresado para recibir. Cuando le des agua o comida, moverá la cola para agradecerte. Cuando llegues a casa, saldrá por ti al pórtico y se acercará a ti cuando te sientas enfermo (a).
Los perros varían en sus formas de expresión, pero quizá el tuyo es de los que piden cosquillas en el estómago, se tumban y te dan las patas para que sigas acariciándolo.
Ten en cuenta que, aunque el perro sea propiedad de un menor, los adultos del hogar deben cooperar con los cuidados.
4. DALO EN ADOPCIÓN
Como última alternativa, en caso de que decidas que es un paquete grande para ti y tu familia, puedes buscar a una asociación que se encargue de entregar en adopción a los caninos, o hallar a un conocido que sepas que cuidará del perrito.