Ver circulando un auto antiguo resulta curioso para cualquierciudadano, sobre todo para los que han nacido en el siglo XXI,cuando la industria automotriz ofrece vehículos híbridos, conaditamentos de seguridad, conectividad a Internet, entre otrascaracterísticas.
En Puebla hay algunos espacios donde no solo se pueden verdecenas de vehículos producidos en el siglo XX, sino donde genteinteresada en el tema dialoga, organiza eventos y comparte lasparticularidades de los autos que posee, ya sea por pasión oporque el destino ha puesto en sus manos un volante de los modelosque se fabricaron en diversos momentos históricos en el mundo.
El Museo del Automóvil de Puebla,ubicado en la 3 Sur 1501, es uno de los lugares donde se muestranmodelos fabricados antaño, y donde uno puede echar a volar a laimaginación y pensar en la vida de los obreros que trabajaron parala fabricación de un Opel Kapitän de 1939, un vehículo que seprodujo en el inicio de la segunda guerra mundial enAlemania.
Para no ir tan lejos, el museo tiene entre la muestra un autoPackard año 1955, que fue de los que se produjo en Puebla en unaplanta ensambladora que estaba ubicada en la Avenida Juárez, apartir de 1939.
Fernando García Limón, quien se encuentra a cargo del Museo,explica que los autos antiguos son los que tienen por lo menos 30años de haberse producido. Dice que el valor de los vehículoscambió a partir de 1990, pues por la calidad de los mismos,prácticamente ya “se pueden tirar a la basura” y vandevaluándose día a día.
Él forma parte de la Asociación del Automóvil Antiguo dePuebla, que “busca preservar la cultura del automóvil” ymantener actividades como concursos internacionales.
Comenta que aunque la cantidad de socios ha variado, ellos sonquienes contribuyen para mantener el acervo del recinto. Sonpersonas que conservan el gusto por la industria automotriz.
“Todo esto lo hemos hecho parapreservar la cultura del automóvil. En esa época la gente ibacambiando sus autos. Esto no es un negocio, es un gusto. Quien lohace por negocio, fracasa o hace mucho dinero. Yo empecé por mipasión por los autos”, señala elentrevistado.
Agrega que los clubes tienen la función de expandir elintercambio, el conocimiento, el apoyo para conseguir autopartes,asesoría para exportaciones, organizar eventos, entre otraslabores.
García Limón describe que el museo se fundó en 1955, aunquedesde 1986 comenzaron los trabajos de la asociación.
En el museo se pueden encontrar vehículos desde un cilindro,así como réplicas de autos clásicos, o algunos originales quehan sido importados desde Francia, Italia, Inglaterra yAlemania.
Algunos de los modelos que se pueden hallar en este sitio sonFord “A” 1932, Austin 1958, Jaguar XKE 1969, Cadillac Limousine1974, Ferrari 1978, Trabant 1980, DeLorean 1981, Fiat 2012. Hay unaréplica de un Ford 1910 y un Ford Roadster, fabricado en ladécada de 1930, que se ha llevado a Washington, Atenas, Sidney yBeijing.
En la actualidad hay más de 100 autosen esta instalación, aunque se calcula que a lo largo de lahistoria de este sitio se han expuesto mil 200vehículos
García Limón dice que así como ha crecido la industriaautomotriz, también se han multiplicado los clubes especializadosen diferentes marcas de autos. “Podría haber un club de vochitosen cada esquina, hasta podría haber más clubes de vochitos quegasolineras”, señala.
Incluso, ya hay un nuevo museo especializado en el área, que seencuentra a cargo del gobierno del estado.
En el caso de este museo del centrohistórico, está abierto 363 días del año, excepto en Navidad yAño Nuevo, y tiene un costo de 50 pesos para el público general ycostos especiales para alumnos y personas de la terceraedad.
El edificio que alberga el museo se convertirá próximamente enun hotel, aunque se conservará el acervo museográfico. Además,se introdujo un restaurante en últimas fechas, que resultaatractivo por la vista panorámica.