Busca Juan Manuel vender dulces en instalaciones municipales tras ser víctima de extorsión

El hombre considera que tener una discapacidad visual no es ningún impedimento para trabajar

Jared Carcaño / El Sol de Puebla

  · martes 5 de noviembre de 2024

Anteriormente vendía en la Secretaría del Trabajo y la Secretaría de Salud. Foto: Cortesía Locuras de un ciego

Por medio de una carta, Juan Manuel Burian, una persona con discapacidad visual, solicitó al alcalde de Puebla, José Chedraui Budib, autorización para vender dulces en las instalaciones municipales, porque es su principal fuente de ingresos y le da miedo ofertar sus productos en algunas zonas de la capital debido a que, en el pasado fue víctima de extorsión y le querían cobrar hasta 700 pesos por comercializar sus productos.

El hombre considera que su condición no es ningún impedimento para trabajar, por ello ha vendido bolsas de mandado, mazapanes, chicles y en estos momentos no pide nada regalado, solo el apoyo para cumplir con el proceso necesario que le permita ingresas a las instalaciones de las dependencias, con el fin de vender dulces y ganarse la vida para mantener a su esposa que en estos momentos está embarazada y su otro hijo.

➡️ Únete al canal de El Sol de Puebla en WhatsApp para no perderte la información más importante

“Mi venta de botanas representa mi principal ingreso, ya que actualmente no tengo un empleo formal. Estoy convencido de que mi discapacidad visual no me limita ni me hace menos capaz que cualquier otra persona”.

En entrevista telefónica con El Sol de Puebla, declaró que anteriormente vendía en la Secretaría del Trabajo y la Secretaría de Salud, sin embargo, dejó de hacerlo porque tuvo una serie de inconvenientes con los vendedores externos de las dependencias estatales. Posteriormente, se vio en la necesidad de ofertar sus bolsas con botanas en algunas vialidades, aunque tuvo varios intentos por extorsión.

El costo de las bases de licitación es de cinco mil pesos. Foto: Archivo / El Sol de Puebla

“Se está poniendo feo y la verdad es que yo no quiero arriesgarme, porque me vaya a pasar algo. Digo, si la gente que ve le pasan diferentes situaciones, imagínese a mí”, declaró a esta casa editorial.

Expuso que en la zona de la Fiscalía General del Estado (FGE), los propios comerciantes de los alrededores le querían cobrar entre 300 y 400 pesos a la semana para darle permiso de vender sus dulces, en otros lugares la cantidad era de 100 pesos diarios, 50 en la mañana y la misma cantidad en la tarde.

➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo

Hasta la publicación de este texto, informó que nadie de la administración municipal se ha puesto en contacto con él, para ayudarle o darle seguimiento a su caso, aunque confía en que, logrará concretarlo.