Los pasillos de la nueva Ciudad Universitaria 2 son vigilados por nueve canes que se han integrado al personal de la Dirección de Apoyo y Seguridad Universitaria (DASU). Todos estaban en situación de calle y, en circunstancias distintas, llegaron a las nuevas instalaciones de la máxima casa de estudios, en donde fueron acogidos por los trabajadores y ahora por los estudiantes.
Canelo, Loba, Cejas, Orejitas, Cariño, Manchas, Pantera, Maya y Negrita son los perritos que, con su respectivo chaleco de la DASU, recorren la nueva Ciudad Universitaria en apoyo al personal de seguridad y, aunque cada uno tiene su historia, los trabajadores compartieron que todos fueron adoptados.
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De acuerdo con los vigilantes de la DASU la primera perrita adoptada en lo que hoy es la nueva sede de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) se llamaba Güera, debido al color de su pelaje y llegó cuando comenzó a construirse el Ecocampus Valsequillo, obra que fue realizada en el 2016, en la gestión del ex rector, Alfonso Esparza Ortíz.
“La primera en llegar aquí fue la Güera, llegó cuando todavía no había nada hace como siete años, cuando se estaban construyendo los primeros edificios. Así, sola vino a dar aquí y la adoptamos, incluso hay una historia muy bonita de ella porque la mordió una serpiente en el terreno que colinda con la zona de Africam Safari, por defender y salvar a nuestros compañeros resultó con la mordida”, comentó uno de los vigilantes que pidió reservar su nombre.
Compartió que la Güera ya no alcanzó a conocer el funcionamiento de la nueva CU2 porque murió hace un par de meses debido a enfermedades de su edad.
Entre los canes que recientemente llegaron al campus están el Canelo y la Loba, el primero fue adoptado porque hace aproximadamente año y medio siguió a uno de los trabajadores de la DASU mientras caminaba al trabajo y la segunda, de menor tamaño, llegó por cuenta propia hace tres meses y también fue acogida.
Algunos ejemplares como el Canelo están en la caseta del acceso principal a la Ciudad Universitaria 2 y otros se han adaptado a determinados pasillos entre los nuevos edificios, sin embargo siempre están bajo vigilancia del personal de la DASU.
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Los perros reciben atención oportuna a través del personal veterinario de la misma universidad, que se ha encargado de esterilizarlos, desparasitarlos y aplicarles las vacunas necesarias.
Actualmente se adaptan a la nueva vida del lugar, ya que más de 5 mil estudiantes del área de ingenierías y ciencias comenzaron clases en las instalaciones el pasado 14 de agosto, aunque el personal de seguridad comentó que los alumnos han visto con agrado la presencia de los perros.