Salir de un círculo de violencia no es nada fácil y prueba de ello es Tania Suárez, quien tras varios años de agresiones decidió alzar la voz. Hoy teme por su vida ya que su ex pareja, le dejó un mensaje en su coche que decía: “La próxima es para tu cabeza, deja de chingar”, y la hoja iba acompañada de una bala.
Tania es de la Ciudad de México y solía ser fisioculturista, pero llegó a Puebla para probar suerte en este ámbito. Al principio todo iba bien, se convirtió en entrenadora personal, pero todo cambió cuando conoció a Leo, quien la enamoró y todo parecía una historia de ensueño.
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Estuvieron saliendo por varios meses, incluso él iba a verla todos los días y le pidió que le hiciera de comer para que a la hora de la comida estuvieran juntos. Ella tiene un hijo que vivía en la Ciudad de México y Leo le pidió que lo trajera a vivir a Puebla y que se saliera de trabajar, ya que él asumiría todos sus gastos.
Aunque toda su vida había trabajado, accedió para no tener problemas con él. Continuaron su relación, pero ahí fue cuando surgieron conductas que no le gustaron, por ejemplo, llegaba borracho o drogado a altas horas de la noche, comenzaba a llorar por sus traumas de la infancia y golpeaba las puertas o la paredes.
Pese a todas estas conductas, el amor la hizo continuar en la relación y al poco tiempo se embarazó. Ella estaba muy feliz y cuando le dio a conocer la noticia a Leo, cambió su actitud, le dijo que no era buena idea tenerlo y comenzó a ser grosero con ella.
Pese a que la acompañó a las primeras consultas, una noche se sintió mal, tuvo sangrado y le pidió a Leopoldo que la llevara al médico; él se negó y perdió al bebé. Para este momento dejó de darle ayuda económica y cuando ella salía a buscar trabajo, la violentaba.
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Esta dinámica la tuvieron por mucho tiempo, se dejaban y regresaban. Hasta el día de hoy, Tania sabe que está relación le hizo mucho daño, pero aceptó que no lo dejó en su momento por miedo al agresor, miedo a estar sola, sentimientos de culpa, falta de apoyo en este estado y la falta de recursos económicos.
Una vez más se embarazó y cuando le dio la noticia, de nueva cuenta se molestó, le dijo que de seguro no era su hijo y que lo abortara. Ella le dijo que quería tener al bebé, pero a pesar de que le suplicó que la apoyara, se deslindó y como ocurrió en la vez pasada, tuvo un sangrado y perdió al bebé.
Ella le notificó todo, pero siguió mostrando indiferencia. Tania pidió apoyo de la familia de Leopoldo, su madre y ex suegra es dueña de farmacias por la zona de Bosques de San Sebastián, pero su familia solo le dijo que si iba borracho a buscarla que le hablara a la policía y que al final siempre iban a respaldar a su hijo, no a ella.
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Posteriormente, se murió el papá de Tania y cuando Leo se enteró de esta situación regresó, y ahí cometió uno de sus peores errores, pues le dijo que su padre le había heredado un departamento. La convenció de venderlo e invertirlo junto en los negocios de su familia y desde ese momento jamás le regresó ni un peso.
Eso fue lo que derramó la gota en el vaso y comenzaron una serie de denuncias, está denunciado por violencia física, abuso de confianza, aborto y todas estas carpetas de investigación están abiertas en la Fiscalía. También se abrió un expediente en la Comisión de Derechos Humanos y en la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas Puebla, pero nada ha prosperado.
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Lo ha evidenciado por redes sociales, le sigue llamando para que le regrese su dinero y la semana pasada en su coche dejaron un mensaje que decía: “La próxima es para tu cabeza, deja de chingar”, y la hoja iba acompañada de una bala.
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Esta situación la tiene con mucha ansiedad y ataques de pánico, incluso fue a la Fiscalía de Género para levantar su denuncia, pero no quisieron atenderla porque iba “muy alterada”. Su condición física ha mermado y si decidió hacer público su caso fue porque teme por su vida. Si algo le llega a ocurrir, hace culpable a este hombre y a su familia.