Uno de los momentos más agradables después de realizar las compras en un supermercado, es ver al final de la caja a los empacadores voluntarios de la tercera edad, quienes con una gran sonrisa y sin compromiso alguno, acomodan cada uno de los productos en los respectivos carritos, sin embargo, tiene más de un año que no se les observa en aquellos establecimientos debido a la pandemia, pues tuvieron un aislamiento social obligado al ser considerados un grupo de alto riesgo. Lamentablemente, no todos cuentan con el recurso económico, el apoyo de algún familiar o una pensión para poder cubrir sus gastos y mantenerse en casa, por lo que han tenido que buscar otras fuentes de ingreso pese al riesgo que ello conlleva.
Actualmente los encontramos vendiendo productos de catálogo, realizando aseos domésticos, cuidando a niños de otras familias, pintando casas o haciendo trabajos de electricidad, pues llegando a la tercera edad son muy pocas las opciones que se tienen para generar dinero.
Hasta antes de la emergencia sanitaria, en la capital poblana había 924 personas mayores de 60 años que se desempeñaban como empacadores, de las cuales 435 eran mujeres y 489 hombres, de acuerdo a información del DIF Municipal.
La dependencia dio a conocer a El Sol de Puebla que del número antes mencionado, 267 poblanos prestaban sus servicios en tiendas Chedraui y 649 en la Gran Bodega.
Una de las personas afectadas por el confinamiento, fue Moisés Rojas Guarneros de 64 años de edad, quien a pesar de no ver adecuadamente debido a un problema de cataratas, en 2019 empacaba en una Gran Bodega del Boulevard Forjadores y recibía de propinas hasta 300 pesos diarios, los cuales utilizaba para comer y pagar renta.
“Empecé a empacar por el mes de diciembre de 2019, y como fui de los primeros ganaba 200 o 300 pesitos que usaba para mis gastos de la casa, la luz o comer”, comentó en entrevista.
Sin embargo, al no poder presentarse en el supermercado debido a la pandemia y ante su necesidad de seguir obteniendo ingresos, buscó otras opciones, por lo que actualmente se encuentra ayudándole a sus conocidos en trabajos de pintura o electricidad.
“Cuando me dijeron que ya no podía ir a empacar me sentí mal porque ya no iba a tener ingresos, por lo que no me quedó de otra más que buscarle, la verdad es que mis conocidos son los que me apoyan porque me dicen que les ayude en algún trabajito y lo hago para ganar algo. (…) No puedo hacer más porque a nuestra edad y en la condición que estoy es muy difícil que nos den trabajo, y eso está mal porque nos matan antes de morir”, agregó.
Mercedes Cerón Pérez de 69 años de edad, quien llevaba más de un año como empacadora voluntaria, expresó a este diario que, al avisarles que no podían trabajar por tiempo indefinido, la pasó mal en cuestión económica y de salud, pues realizar dicha actividad era un momento de distracción y felicidad.
“Me llevaba mis 300 o 400 pesitos, y en navidad o año nuevo alcanzábamos hasta 500 al día. Pero cuando nos dijeron que ya no podíamos ir la pasé muy mal porque me puse a pensar cómo iba a vivir, pues sin dinero que hacemos, porque ya no estamos jóvenes para encontrar un trabajo. (…) La verdad es que ir a empacar también era una distracción y me hacía feliz porque a nuestra edad nos enfermamos de estar tanto en casa”, profundizó.
Mientras llega el momento de volver a los supermercados, la señora Mercedes gana dinero y se distrae cuidando a los niños de otras familias, donde le dan una remuneración económica para solventar sus gastos.
TIENDAS DE AUTOSERVICIO SE SOLIDARIZAN CON LOS CERILLITOS
Ante la situación por la que atraviesan actualmente los empacadores o mejor conocidos como “cerillitos”, las tiendas de autoservicio se solidarizan con ellos, pues les otorgan semanalmente un apoyo económico que proviene de las donaciones que dejan los clientes.
Así lo dio a conocer una gerente del área de cajas de un supermercado ubicado en San Pedro Cholula, quien precisó que las personas de la tercera edad acuden al establecimiento cada martes para recibir en efectivo, un monto que puede ir de los 100 pesos a los 400 pesos.
Este diario pudo confirmar que esta iniciativa en realidad se cumple, pues tan solo el pasado martes 3 de agosto, la señora Patricia Ramírez de 70 años de edad, recibió con alegría y emoción la cantidad de 380 pesos.
“Aquí nos dan un apoyo cada martes, el cual nos ayuda demasiado. La cantidad va cambiando, por ejemplo hoy nos fue muy bien porque nos dieron 380 pesos. Agradezco a las personas que donan, porque me imagino que se preguntan a donde va ese dinero, y la respuesta está aquí”, agregó.
En entrevista, Patricia recordó que cuando era “cerillito”, ganaba hasta 300 pesos al día, el cual utilizaba para cubrir sus gastos, sin embargo, ahora se dedica a otras actividades como a la limpieza de hogares.
“Gracias a dios estoy fuerte, por lo que compro catálogos y vendo los productos para irme ayudando. También hago el aseo de hogares o pinto casas para ir sacando un poquito más. Yo sigo luchando, “afuercitas” que sí”, agregó.
ANUNCIAN EL REGRESO DE EMPACADORES
El Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam), informó que todos los adultos mayores que trabajen de empacadores y que hayan cumplido con el esquema de vacunación contra la Covid-19, podrán volver a sus labores si así lo desean, tomando en cuenta el semáforo epidemiológico de cada estado y respetando las medidas de salud que establezca la Secretaría de Salud federal.
El organismo anunció que dicho retorno a las actividades deberá ser de manera gradual y ordenada, siguiendo las normas de aforo que se permitan en cada establecimiento.
En este sentido, será estrictamente obligatorio el uso de cubrebocas, mantener frecuentemente desinfectada el área de trabajo, respetar la sana distancia, evitar las aglomeraciones en horarios concurridos, y solo se permitirá un empacador por caja.
EN LA CAPITAL POBLANA, 326 PERSONAS YA REGRESARON A LA ACTIVIDAD
De los 924 adultos mayores que eran empacadores en la capital poblana antes de la pandemia, 326 personas han regresado a la actividad luego del anuncio que hizo el Inapam.
Así lo precisó en entrevista, Mayte Rivera Vivanco, presidenta del Sistema Municipal DIF, quien mencionó que de la cifra anterior, 152 adultos están empacando en Chedraui y 172 en la Gran Bodega.
De igual forma anunció que, a todas ellas se les está dando el seguimiento, vigilancia y atención necesaria para salvaguardar su salud, pues están conscientes de que la emergencia sanitaria continúa.
“Todo se está haciendo conforme a las medidas necesarias y al semáforo epidemiológico de las autoridades sanitarias. Ante esto, los que ya ejercen la actividad son 152 adultos en Chedraui y 172 en la Gran Bodega, a quienes les seguimos dando la atención necesaria”, agregó.
La funcionaria municipal informó que, durante la pandemia, los empacadores registraron altos índices de depresión y ansiedad debido al confinamiento, a la falta de remuneración, así como al aislamiento social.
Sin embargo, destacó que estos padecimientos fueron reduciendo debido a una serie de apoyos y talleres virtuales que realizaron desde el DIF, tales como pláticas, activaciones físicas, yoga y momentos literarios.