La vida tal vez lo había destinado a ser enfermero y César López Robles desde que tenía 17 años de edad ingresó al servicio público en el área de la salud, primero en almacén como eventual, y después como auxiliar de enfermería. Ahora después de 14 años de experiencia espera su nombramiento de nivel general.

Este joven de 31 años de edad, desde que era un niño se familiarizó con el hospital, pues sus padres, ambos, fueron enfermeros en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y pronto, en su cuarto semestre de preparatoria, se presentó la oportunidad de ingresar a laborar en la institución y la tomó.

Actualmente está a punto de terminar su carrera en Enfermería y solo espera su nombramiento para ser enfermero general, sin embargo, su historia tiende a repetirse porque también su esposa se dedica a la misma profesión y tiene una pequeña de tres años de edad, que empieza a hablar pero que reconoce plenamente el lugar de trabajo de sus padres, como él lo hizo en su tiempo.

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López comentó que ahora es más común ver enfermeros hombres y negó que durante su vida profesional hubiera recibido alguna burla, más bien, las pacientes mujeres son un tanto pudorosas, pero son pocas, ya que entre las funciones que él desempeña se encuentra la limpieza de los pacientes.

Ellos mismos reconocen incluso su trabajo. Rodolfo Valentín Castillo, un paciente en el Hospital de Traumatología y Ortopedia, aseguró que desde que ingresó al nosocomio ha tenido un trato inigualable y agradeció por los cuidados que ha recibido por parte de César, en el piso que él atiende por la mañana.

El enfermero explicó que no existe alguna experiencia especial para él porque recibir las gracias por parte de los pacientes es lo que más valora.

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“De hecho desde que yo decidí que yo iba a estudiar hay más población hombre, sinceramente yo no recibí ningún bullying de ningún tipo, al contrario, hasta se impresionan de que nosotros estamos ahí, muchas veces la paciente mujer tiene pudor hacia nosotros como varones, pero son muy contados los casos, pero siempre he recibido buenos comentarios”, expuso en entrevista.

Explicó que el sismo del 19 de septiembre de 2017 retrasó su nombramiento como enfermero general porque hubo daños en el Hospital San Alejandro y muchos cambios solicitados y que duraban máximo tres meses, ahora se extienden, por lo que sigue en espera de su nueva responsabilidad.