El año 2022 cerró con un total de nueve víctimas mujeres por violencia familiar equiparada, es decir, que estas personas eran mayores de 70 años o menores de 18 años cuando algún familiar ejerció en contra de ellas violencia física, psicológica o moral, así lo reveló la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE).
El sitio de Georreferenciación Violencia de Género que tiene la FGE dio a conocer que, del 1 de enero del 2022 al 31 de diciembre del mismo año, se contabilizaron un total de 9 víctimas por violencia familiar equiparada. Estas víctimas se ubicaron en Puebla capital con cuatro mujeres, en el municipio de Atlixco con tres y en la demarcación de San Andrés Cholula con dos.
De acuerdo al Código Penal del Estado de Puebla, este tipo de violencia está asentada en el Artículo 284 Ter 488. “Se equipara al delito de violencia familiar y se sancionará como tal, a quien abusando de la confianza depositada o de una relación de cualquier índole con la víctima, ejecute conductas que entrañen el uso de la violencia física o moral en contra de persona mayor de setenta años, o que la víctima sea una niña, niño o adolescente”, se puede leer.
Dicho Código, indica que la violencia familiar es la agresión física, moral o patrimonial de manera individual o reiterada que se ejercita en contra de un miembro de la familia por otro integrante de la misma, pero la “equiparada” es más grave, pues abusan de los vulnerables. En la violencia familiar simple, se impondrán de 2 a 8 años de prisión, pero si es equiparada, las sanciones aumentarán.
Yuteita Valeria Hoyos Ramos, abogada que pertenece a la Red de Abogadas Feministas Puebla-Tlaxcala, explicó que al igual del delito de violación cuando la víctima es menor de edad o mayor de edad, se toma como un delito más severo. “Se asume el delito de violencia familiar como el delito de violación, cuando la víctima es menor de edad, se toma como equiparada, es una categoría que establece el Código Penal”.
Además, indicó que las personas que pueden cometer el delito de violencia familiar son el esposo, concubino, pariente consanguíneo sin importar si son cercano o no, cualquier pariente, un hijo o una hija adoptada, padrastros, hijastros o cualquier integrante de la familia que se encuentre habitando en la misma casa de la víctima.