Han pasado casi cinco años desde que Esmeralda Soto perdió a su hija Mariana Fuentes Soto en manos de la delincuencia. Hoy sigue exigiendo justicia, después de que liberaron a uno de los presuntos implicados en su muerte.
“A mi hija me la asesinaron y yo morí con ella. Soy Esmeralda Soto, mamá de Mariana Fuetes, y estoy aquí para defenderla” dijo en conferencia de prensa este 14 de agosto.
La madre acusó a la Fiscalía General del Estado (FGE) de ser omisa en presentar las pruebas sobre el caso, por lo que, aseguró, la investigación ha quedado estancada.
“Fiscalía ha hecho mal un proceso, y eso se refleja en que José de Jesús salió libre. Me siento frustrada, con mucha tristeza e imposibilitada porque no sé qué hacer”, expresó.
Fue la noche del jueves 11 de agosto, cuando un Tribunal de Enjuiciamiento concedió un amparo al exconductor de Uber, José "N", quien hoy ya se encuentra en libertad, luego de que el tribunal determinara la inexistencia de pruebas suficientes para relacionarlo con los hechos.
Ante la repentina liberación de uno de los posibles implicados en la muerte de su hija, Esmeralda Soto dijo temer por su seguridad y la de su familia. Agregó que fue amenazada vía telefónica para que no emitiera un pronunciamiento sobre el caso.
Ante este panorama, pidió el apoyo del gobernador del estado, Miguel Barbosa Huerta, para que intervenga en el proceso e instruya a la FGE resolver su situación. También solicitó el respaldo del presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.
Soto adelantó que el 17 de agosto tendrá una audiencia intermedia en contra de Cristian "N", señalado como el autor material del caso, pero insistió en que la Fiscalía no ha presentado las pruebas que lo señalan de posiblemente ser el responsable de la muerte.
Por último, la madre exigió a las autoridades y a la sociedad civil no olvidar el caso de su hija.
“Ella estudiaba para ser abogada y la injusticia la mató. Mariana Fuentes era una excelente hija y persona altruista”, puntualizó.
Fue el 30 de septiembre de 2017, cuando Mariana Fuentes Soto caminaba por la calle 17 Sur y la avenida 45A Poniente de la colonia Reforma Agua Azul con la intención de llegar a la vivienda marcada con el número 1706, donde vería a una de sus amigas para posteriormente irse a divertir a un antro.
Sin embargo, justo cuando la joven estudiante estaba por llegar a su destino, fue interceptada por los acusados a bordo de un automóvil. Los amantes de lo ajeno, además de quitarle sus pertenencias, le dispararon, por lo que la universitaria murió de forma casi inmediata.