La “Discoteque Rakata” ubicada en Osa Mayor, en Angelópolis, y de donde presuntamente salieron Ernesto Calderón y los jóvenes que le propinaron una golpiza a principios de este mes, fue clausurada el pasado fin de semana por la Dirección de Normatividad y Regulación Comercial del Ayuntamiento de Puebla.
De acuerdo con la dependencia que tiene a cargo Enrique Guevara Montiel, la clausura del establecimiento se concretó durante los operativos que se realizan cada fin de semana para vigilar que los establecimientos con giros de venta de alcohol cumplan con los lineamientos establecidos en sus licencias de funcionamiento.
En este caso, el personal del gobierno municipal detectó que el bar mantenía operaciones después del horario de cierre establecido y procedió a clausurarlo al igual que otros cuatro establecimientos que rebasaban el horario de actividades, entre ellos la discoteque Black, ubicada en la misma zona.
Guevara Montiel dio a conocer a El Sol de Puebla que en estos casos los propietarios de los bares deben acudir a pagar la sanción económica que les fue impuesta para que les sean retirados los sellos de clausura y retomen actividad, aunque evitó mencionar cuál fue la multa fijada por la dependencia.
Es importante mencionar que de acuerdo con el titular de la Unidad de Normatividad Comercial, en lo que va de la administración municipal se han realizado poco más de 50 clausuras a establecimientos de la zona de Angelópolis por incumplir con los documentos relacionados a su licencia de funcionamiento o con los lineamientos de operación.
Fue la madrugada del 9 de septiembre cuando el universitario Ernesto Calderón fue agredido a las afueras de la isla de Angelópolis, frente a los antros, por al menos ocho jóvenes que le provocaron lesiones de gravedad en un ojo.
Las primeras versiones señalaron que el joven increpó a uno de sus agresores porque cuando salía del antro con una amiga les lanzó una bebida y los mojó, por lo que comenzaron a pelearse pero en ese momento llegaron más jóvenes y fue así que entre todos golpearon a Neto, mientras su compañera y otros amigos trataban de defenderlo.
La agresión fue grabada por un testigo y el video se difundió en redes sociales, lo que provocó que el caso rápidamente se hiciera viral y también se identificara a los responsables, quienes eran alumnos de las universidades Anáhuac y Tecnológico de Monterrey, de donde ya fueron dados de baja, según informaron las instituciones.