Tan sólo en enero de este año, el departamento de Clínicas de Prevención y Atención al Maltrato, perteneciente al Sistema DIF Estatal, registró cuatro reportes de maltrato en los que se solicitaron medidas de protección para menores de edad. Todos estos hechos recibieron acciones urgentes de seguridad a favor de las víctimas.
Los cuatro reportes de maltrato en los que se pidieron las medidas de protección fueron para un niño de 7 años, otro para un menor de 14 años, hubo un caso en conjunto de una niña y un niño de uno, así como 2 años, y el último fue el de una niña de 6 años.
A todos los reportes se les hizo caso y se brindaron las medidas de seguridad correspondientes y albergue para salvaguardar su integridad. En el documento no se especificó el tipo de maltrato, no quién solicitó el apoyo, sólo que si hubo lesiones de por medio se notificó de manera inmediata a las autoridades correspondientes.
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En todo enero de este año, las Clínicas de Prevención y Atención al Maltrato, recibieron 126 reportes por los diferentes tipos de maltrato que existen, pero como se pudo leer anteriormente, sólo en cuatro se solicitaron medidas de protección. De los 126 reportes, este departamento detalló que 67 fueron reportes personales, 14 fueron vía telefónica y 45 reportes de forma escrita.
A todos los menores que se les brindan estas medidas, se les realiza una valoración psicológica, las cuales, son ejecutadas por el área de psicología en el mismo departamento. Estas consisten en una entrevista clínica semi-estructurada abierta y sólo se realiza a partir de los 6 hasta los 17 años de edad. Además, se aplican pruebas psicológicas de tipo proyectivas, a partir de las cuales, se determina si presentan o no, indicadores de violencia o abuso sexual.
En relación a las niñas menores de seis años, se realizan impresiones diagnósticas a partir de entrevistas semi-estructuradas, pero sólo en las menores que cuentan con la posibilidad de entablar una conversación. Asimismo, independientemente de si logran o no, dar una respuesta de forma verbal, se valora el desarrollo de las diferentes esferas de su persona como:
Sociabilidad, cognición, motricidad y leguaje. En suma, aplican una herramienta con muñecos sexuados, a partir de los cuales, se terminará si presentan o no, indicadores de ser receptores de violencia y/o abuso sexual.
Conjuntamente de las valoraciones psicológicas e impresiones diagnósticas, se realizan contenciones emocionales, mismas que consisten en atender a todas aquellas niñas o mujeres adolescentes que se encuentran en estado de crisis, niveles elevados de ansiedad o bien, en desajuste emocional, derivados de violencia de que las que han sido víctimas.