El paso de automóviles y camiones que cruzan la Agrícola Resurgimiento, ubicada al norte de la ciudad, provocó que la estructura del puente de la 48 norte haya colapsado casi por completo y solo se sostenga del asfalto que lo cubre. El problema no solo es el paso de los autos, el puente es la vialidad que comunica a la colonia con el exterior, por lo que también es paso peatonal y esto representa un peligro para los colonos, que se acrecienta con las precipitaciones de temporada.
“El domingo 17, como a las 3 de la tarde, a uno de mis sobrinos se le fue el balón al río, entonces al bajar por él, me di cuenta que parte del muro del estribo del lado norte ya se había fracturado totalmente. Fuimos a dar parte a Protección Civil y vinieron a ver, bajo un arquitecto conmigo y al observar lo reportó a su jefe y le dijo: ´ciérrame el paso´, entonces acordonaron con la cinta de protección de ambos lados y dijeron que ya no pasarían los carros”, relata Martín Ramos Lara, quien siempre ha vivido sobre la 48 norte, en el número 1229.
Refiere que algunos vecinos tuvieron que regresar sus autos a sus viviendas porque no los pueden dejar afuera y lo hicieron de noche; pero el puente ya está muy sentido y al otro día sucedió el primer derrumbe en el que colapsó la bóveda catalana del puente; un segundo derrumbe se presentó al día siguiente.
- Te recomendamos: Conoce el Centro Turístico “El Papalote”, un oasis rodeado de cerros
“Esta grave el problema y los de Protección Civil que vinieron el lunes hicieron la promesa de regresar el jueves a darle solución, pero no vinieron; entonces los vecinos cooperamos para rentar un retro y abrir el paso con un trascabo por la prolongación de la 48 norte que da a la barranca de San Diego, es por ahí que los carros están saliendo, pero con dificultad”, sentencia.
Los colonos han tenido que vivir con el terror de que se les venga abajo la estructura desde hace 6 u 8 años en los que se ha venido manifestando el problema, y lo peor, sentencia Mario, es que: “siempre vienen los candidatos y prometen que lo van a ver, pero todo se queda en promesa, uno corre demasiado peligro”.
Sin ir más lejos, Mario relata que hace 6 meses colapsó parte de la loza de concreto y se llevó los tubos por donde pasa el agua potable, la colonia se quedó sin agua y tuvo que ir personal de Agua de Puebla, a repararlo. Sin embargo, señala que si vuelve a haber otro derrumbe la colonia se va a quedar sin agua.
Quedarse sin agua, podría ser el menor de los problemas para los colonos, la mayor amenaza es que, si llega a haber una subida del río por las precipitaciones, la fuerza de la corriente se puede llevar por completo la estructura y entonces colapsar las casa habitación que hay alrededor, porque lo que queda del puente solo es la parte de arriba, el asfalto, por abajo solo tiene el escombro de los derrumbes.
El puente comenzó a fracturarse con el paso de los años, Mario relata que fue su abuelo, Genaro Ramos Solís, fue quien lo construyó hace más de cien años. Hizo ese y otro puente a base de tarife, con bóveda catalana porque es un arco muy resistente, asegura. Todo con el objetivo de pasar el ganado, así que se puede considera una estructura histórica.
Posteriormente el puente se amplió con unas lozas de concreto a los lados para poner el asfalto, pero Mario puntualiza, que jamás se le ha dado mantenimiento.