En calles sin pavimentar, sin servicios de agua potable y energía eléctrica viven las más de 300 familias que hace cinco años llegaron a habitar la que denominaron como colonia “20 de noviembre”, a un costado del boulevard Carmelitas, en Castillotla. Este es uno de los asentamientos irregulares que existen en la capital, aunque el gobierno municipal no lo tiene identificado todavía.
En esta colonia la gente se ve obligada a desconectar refrigeradores, planchas y todo aquel aparato que consuma gran cantidad de energía eléctrica durante la tarde, ya que “están colgados” del servicio que Comisión Federal de Electricidad (CFE) presta a colonias cercanas y el alto consumo puede provocar cortos circuitos y, en consecuencia, un apagón.
Para tener agua potable invierten al menos 250 pesos por semana para adquirir el vital líquido con las pipas que recorren las calles de terracería, ya que la distribución en la red que instalaron con sus propios medios resulta insuficiente. La falta de drenaje la solucionaron cuando se construyó el boulevard Carmelitas, ya que con ello accedieron a una tubería cercana para conectarse y realizar las descargas.
En la primera manzana todavía se pueden apreciar un par de módulos sanitarios de los que había al inicio del asentamiento humano, cuando a falta de drenaje los vecinos se organizaron para construir ocho baños públicos, que compartían a falta del servicio.
Todos saben que viven en una colonia irregular y no cuentan con un documento que los acredite como dueños del lote en donde construyeron sus viviendas, no obstante, se muestran optimistas de que en determinado momento el Ayuntamiento de Puebla tendrá que regularizarlos porque “son defraudados, más no paracaidistas”.
Fraude, el origen de la colonia
Fue el 20 de noviembre de 2017 cuando 325 familias llegaron a tomar posesión del lote que, aseguran, adquirieron con la inmobiliaria AMCO, mediante un enganche de al menos cinco mil pesos más pagos en mensualidades, no obstante, la supuesta empresa los dejó plantados y fue hasta el día siguiente cuando les asignó un predio, con la consigna de que tenían que habitarlo de inmediato para no perderlo. Después de eso desapareció y los vecinos decidieron nombrar a la colonia, según la fecha en que llegaron a vivir ahí.
La señora Roxana Rodríguez dijo a El Sol de Puebla que desde ese momento empezaron los problemas para quienes habían comprado un terreno, ya que Crescencio Guzmán, alias “El Shanghai”, quedó a cargo del cobro de las mensualidades, pero también de las cooperaciones para “mejorar la colonia”, hasta que fue detenido por autoridades judiciales por diversos delitos.
La también representante de la manzana uno destacó que los vecinos presentaron una denuncia ante la Fiscalía General del Estado por el fraude del que fueron víctimas y en los últimos cinco años ha habido intentos de desalojo por parte de supuestos dueños del predio y hasta de invasión por organizaciones como antorcha campesina, sin embargo, en todos los casos los vecinos han defendido el terreno para seguir siendo independientes.
La señora Rodríguez mostró documentos que ha encontrado durante el proceso para pedir la regularización de la colonia, en los que se evidencia que la constructora Las Villas de Puebla, que se proclama como dueña del lote desde 1999, nunca pudo acreditar debidamente la propiedad y por ello no ha podido desalojarlos.
“Él (representante de Villas de Puebla) nos dijo que nos saliéramos y nos daba una indemnización de 5 mil pesos, pero nosotros no quisimos porque le dijimos que si era el dueño no tenia porque pagarnos, entonces, en si no hay alguien que pueda demostrar que es dueño de aquí y por eso nosotros pensamos que lo más fácil es que el Ayuntamiento lo expropie para que nos reparta o nos venda los lotes y nos regularice”, señaló.
Expuso que mientras más tiempo transcurra se generarán más problemas para quienes habitan en el lugar, ya que desde hace dos años CFE reclamó el pago de más de 200 mil pesos por el consumo irregular que han hecho de la energía eléctrica y temen que la multa siga incrementando al grado de resultar impagable, porque entonces les será más difícil obtener el servicio.
Otros vecinos, que solicitaron la gracia del anonimato para evitar repercusiones, afirmaron que vivir en esa colonia se ha convertido en “un infierno”, ya que los jefes de manzana se han dedicado a cometer abusos en el cobro de cooperaciones para mejorar la colonia y han despojado y revendido lotes a pesar de la irregularidad de la tierra.
Una de las mujeres que llegó al lugar desde sus inicios narró que hay quienes se han cansado de vivir con carencias y en la irregularidad, por lo que dejaron abandonados sus lotes y eso fue aprovechado por los lideres de las manzanas para revenderlos a precios que van desde los 15 mil hasta los 80 mil pesos.
Acusó que a ella también la quisieron despojar del lote por el cual pagó 35 mil pesos de enganche hace cinco años, motivo por el que, de forma independiente, varios colonos se han organizado para oponerse al pago de cuotas y cuidar de lo que consideran su propiedad.
“Lo que quisiéramos es que el gobierno pusiera orden, porque los jefes de manzana han abusado, eran ocho manzanas y ahora ya hay otra, ya son nueve, hay muchos abusos y mucha inseguridad, porque ha llegado mucha gente de otros lados a vivir ahí de que les han traspasado”, explicó.
Ejemplo de lo anterior es la señora María Arcos, quien contó que a su esposo le ofrecieron el lote a manera de traspaso hace un año y medio por 15 mil pesos y con esfuerzo han construido su vivienda. “Ya no me tocó hacer guardias como a los primeros que llegaron aquí, pero aun así sabemos que no tenemos papeles y si de repente nos da miedo que nos pudieran desalojar, pero dicen que ya por el tiempo que esto lleva ya seria difícil”, narró.
Los vecinos coincidieron en que el crecimiento urbano de los últimos años ha hecho más fácil sobrellevar la vida en la colonia, ya que ahora hay transporte público más cerca y las empresas de telefonía, televisión o internet no se niegan a ofrecerles sus servicios, sin embargo, se siguen sintiendo relegados porque ni siquiera tienen la posibilidad de tener una credencial de elector con su domicilio oficial, porque la colonia no está regularizada.
Hay al menos 145 asentamientos irregulares en la capital
Esta colonia es tan solo una de las más de 100 irregulares que existen en la ciudad de Puebla, de hecho, el gobierno municipal tiene identificadas a 145 pero admite que la cifra no es oficial porque constantemente surgen nuevos asentamientos o algunos todavía no se han detectado, como es el caso de la 20 de noviembre.
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La regidora y presidenta de la Comisión de Regularización de Tenencia de la Tierra y Bienes Patrimoniales, María Dolores Cervantes Moctezuma, informó que en el último año el gobierno municipal ha regularizado seis colonias, sin embargo, admitió que hay muchas más y el proceso para incorporarlas a todas como parte del municipio es largo.
Lo anterior, debido a que cada asentamiento tiene un origen y características particulares y se vuelven más difíciles de incorporar a la ciudad cuando se trata de viviendas asentadas en lotes particulares y que además están en conflictos legales, como es el caso de ésta en la zona de Castillotla.
Cervantes agregó que el ayuntamiento no puede intervenir para desalojar a las personas al tratarse de un lote particular, en el que solo puede reclamar derechos quien tiene la legítima propiedad, no obstante, señaló que algunas de las alternativas legales serían la promoción de juicios de usucapión por parte de los afectados, o bien, la expropiación del lugar.
Añadió que este tipo de casos es muy común en la ciudad, ya sea porque fueron víctimas de fraude o porque las personas tomaron posesión ilegal del lote, es decir, fueron paracaidistas; aunque también hay quienes están en zona irregular porque adquirieron un predio en una zona ejidal, sin que previamente el propietario hiciera la segmentación de lotes de forma oficial.
“Para que podamos reconocer una colonia o asentamiento hay ciertos requisitos, primero, no debe de ser derivado de un delito de invasión, debe estar consolidado al menos al 51 por ciento, no debe estar en una zona de riesgo y se debe comprobar que quienes viven ahí compraron de buena fe”, subrayó.
Respecto a los pasos a seguir indicó que una vez que el gobierno municipal reconoce a una colonia, se tramita su incorporación al desarrollo urbano por parte de la Comisión Interinstitucional, en la que está incluido el gobierno estatal, para finalmente llegar al proceso de escrituración, que queda a cargo del Instituto Nacional del Suelo Sustentable (INSUS).
La cabildante compartió que al momento la única estrategia para inhibir el aumento de asentamientos irregulares en la capital son las campañas de difusión para alertar a la gente sobre los riesgos que implica comprar un lote sin certeza jurídica.
Aceptó que el Coremun contempla que aquellas colonias irregulares que se hayan constituido después del 2017 ya no deberán regularizarse, sin embargo, señaló que es complicado garantizar la fecha oficial de creación de los asentamientos y, en consecuencia, el cumplimiento de esa norma.}
No obstante, consideró que la reciente aprobación de sanciones con hasta 15 años de cárcel y multas superiores a los 48 mil pesos que aprobó el Congreso de Puebla para servidores públicos que autoricen asentamientos en zonas irregulares, deberá alentar a frenar esta situación.
Quienes originan el problema no han sido incluidos en la solución: CUDAEP
Para Evelyn Martínez Aquino, Secretaria del Consejo Directivo del Colegio de Urbanistas y Diseñadores Ambientales del Estado de Puebla, el problema de los asentamientos irregulares no se ha podido resolver porque quienes son los principales responsables de provocarlo no han sido incluidos en la planeación del desarrollo urbano.
Se trata, dijo, de los ejidatarios que segmentan en lotes sus predios y los venden para uso de vivienda sin hacer los trámites necesarios para tal fin ante la autoridad, además de aquellas organizaciones que se han dedicado a buscar lotes desocupados para promover su invasión o lucrar con ellos.
Por otra parte, señaló que mientras las personas no dimensionen los riesgos que representa habitar en una zona irregular, difícilmente se frenará este fenómeno, que sigue ocurriendo por las necesidades de vivienda de la población.
Detalló que en la ciudad, el crecimiento desordenado comenzó de forma exponencial en 1970, a partir del proceso de industrialización, ya que muchas colonias irregulares surgieron en torno a las empresas que llegaron a instalarse en la zona norte, mientras que el sur ha sido habitado por la disposición de espacios que han encontrado diversas organizaciones.
En este sentido, apuntó que los principales problemas que enfrentan este tipo de colonias son la falta de infraestructura urbana adecuada, ya que las vialidades regularmente no cumplen con las condiciones idóneas de movilidad, dimensiones adecuadas y funcionalidad.
A lo anterior, dijo, se suma que difícilmente se consideran áreas verdes o arbolado, de tal forma que terminan convirtiéndose en aglutinaciones de vivienda, que no comparten una tipología o identidad urbana, ya que hay diversidad de materiales y diseños porque el fenómeno más recurrente es la auto construcción.
Martínez destacó que la propagación de este tipo de colonias provoca que el gobierno deba invertir más en la ampliación de servicios públicos para zonas no planeadas y fomentan la contaminación y mala calidad de vida para sus habitantes, que regularmente se ven obligados a viajar grandes distancias a sus centros de trabajo y a vivir en un entorno sin lo necesario para satisfacer sus necesidades.
Por lo anterior, opinó que es indispensable que la autoridad incorpore a todos los involucrados en el desarrollo urbano en sus procesos de planeación para que, “de alguna manera, entiendan que hay características y condiciones que se deben cuidar para que la población pueda habitar”.