¡Viva el carnaval!, en eso, se convirtió el primer cuadro dela ciudad, donde las máscaras, las brillantes capas y lossombreros con coloridas plumas fueron el centro de atención deesta fiesta en el desfile de huehues que contó con laparticipación de unas 18 cuadrillas que se convirtieron en unasola, para deleite de los asistentes.
Todos los danzantes, conformaron una misma coreografía haciendolucir sus trajes en todo su esplendor. Las capas con diferentesmotivos, bordadas con lentejuelas, brillaron entre el aire con cadavuelta que los huehues, quienes las portaron, dieron entre el PaseoBravo y el Zócalo.
Las sonrisas congeladas de las máscaras fueron apreciadas porlos asistentes quienes no desaprovecharon la oportunidad de tomarfotografías a estas piezas artesanales. Los trajes no se quedaronatrás, como ya es costumbre, los hombres se vistieron de mujeres yrealizaron al recorrido para gusto de todo el público.