Los vendedores ambulantes que se colocaron durante el Viacrucis el 14 y 15 de abril en Pueblo Nuevo, ubicado en la junta auxiliar Ignacio Romero Vargas, no alcanzaron las ventas que tuvieron en 2019, último año en el que se interpretó la “Pasión de Cristo” en la zona, antes de ser cancelada por la pandemia.
Así lo consideraron algunos de los vendedores semi fijos que se instalaron a un costado de los campos de cohetería, lugar donde se llevó a cabo el evento religioso.
En entrevista, doña Yolanda, madre de una hija, señaló que a pesar de que la puesta en escena se retomó este año, aún hay pocos asistentes, comparado con ediciones anteriores, por lo que la afluencia e ingresos para su negocio fue menor.
“Nos ha ido más o menos, cómo se suspendió por dos años, ahorita vine poca gente o mucha aún no tiene tanto dinero, por eso”, dijo.
Esta situación se repitió con Juana Rodríguez, que vendió chocolate en compañía de su hijo para solventarse económicamente y quien sufrió de manera drástica los efectos que dejó el COVID-19 en el sector laboral.
En entrevista con El Sol de Puebla, refirió en que confía sus ventas mejorarán gradualmente, pero, por ahora, le bastó con no tener pérdidas económicas.
Alrededor de 150 puestos de comida, bebida y juegos mecánicos se instalaron en calles aleladas a donde se llevó a cabo el Viacrucis en la junta auxiliar, que es reconocido como uno de los más importantes a nivel estatal.