Tras reconocer que los gobiernos municipales que asumieron el cargo desde el pasado mes de octubre “han hecho lo que han querido”, el candidato de “Juntos haremos historia” (Morena, PT y PVEM) a la gubernatura de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, ofreció acabar con la opacidad que hay en los ayuntamientos a través de cinco medidas para fortalecer la transparencia.
Así lo expuso en un encuentro con empresarios del Sector de la Industria del Comercio, Servicio y Turismo, donde dijo que es necesario fortalecer las contralorías internas, crear órganos de transparencia para informar a la ciudadanía de los actos de gobierno, reestructurar a las policías municipales, crear organismos contra la corrupción a nivel municipal y vigilar desde el gobierno del estado la ejecución de obra pública de calidad.
Expuso que desde que asumieron el cargo, el pasado 15 de octubre, los alcaldes y alcaldesas no han tenido un gobierno estatal con el cual puedan trabajar a largo plazo, pues el entonces gobernador Antonio Gali Fayad le restaban dos meses, la gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo falleció a los diez días de asumir el cargo, y aunque reconoció el trabajo del actual mandatario Guillermo Pacheco Pulido, recordó que es solo por un periodo de siete meses.
“Lo que ha pasado con los gobiernos municipales es que han estado al garete, han hecho lo que han querido, yo nunca fui consultado por ningún gobierno de extracción morenista, no tengo ninguna nómina de nadie metida en el Ayuntamiento de Puebla, San Martín, San Andrés, de ningún lado”, afirmó.
Finalmente, para garantizar la transparencia, Barbosa Huerta señaló que los encargados de esos organismos no deben tener ningún vínculo con el gobierno en turno, como ocurrió en las últimas administraciones.
“Si vemos que quienes están encargados de esos órganos de transparencia son incondicionales del poder, pues no sirve de nada. Acá lo último que sabía, ya no sé si sigue o no, es que la encargada de transparencia era prima de la gobernadora fallecida, no sé quién sea hoy acá, pero si de veras queremos tener una vida democrática real, necesitamos tener nosotros gente con una dignidad, con una formación que ponga el límite al poder desde sus atribuciones constitucionales y legales”.