Como un acto de pronunciamiento en contra del feminicidio de María Eugenia Ocampo, y de la violencia ejercida en contra de las mujeres, la comunidad de la Universidad Iberoamericana Puebla realizó un homenaje en memoria de las víctimas de estos delitos.
Teniendo como sede de este acto el Mural de la Justicia en la casa de estudios, amigos, docentes y seres queridos de Maru exigieron a las autoridades municipales y estatales priorizar para las mujeres el derecho de ejercer una vida libre de violencia.
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En el centro de este lugar se colocó una mesa con la fotografía de Maru y un pañuelo morado con la leyenda “Vivas nos queremos”, en tanto, un párroco acudió para oficiar una misa en donde los presentes dieron su último adiós a la víctima.
“Hace siete años conocí a María Eugenia y el 22 de diciembre me la arrebataron (…) hoy somos actores de una desgracia, exigiendo justicia para la familia de Maru y para todas las personas que atraviesan por esta violencia”, expresó uno de sus amigos.
Al acto se integró el rector de la universidad, Mario Ernesto Patrón, así como algunos pacientes de Maru, quien ejercía la profesión de psicología y daba consultas en el municipio de San Andrés Cholula, donde de igual forma se integró a un colectivo a favor de la conservación del patrimonio cultural.
Durante la ceremonia eucarística, el párroco condenó los actos de violencia de género que persiste en el estado. “La violencia contra las mujeres sigue cobrando vidas, sueños y anhelos, no son casos aliados, sino un problema que debe ser atendido urgentemente”, dijo.
Al finalizar la misa, con rosas en las manos y lágrimas en los ojos, los presentes dedicaron algunas palabras de despedida hacia Maru. “Estas eran sus flores favoritas, y hoy nos despedimos de ella recordando su memoria de una forma alegre”, compartió otra de las presentes.
