La comunidad LGBT+ afrodescendiente sigue enfrentando una doble discriminación que se suma a la lucha por la igualdad y el respeto de sus derechos. No solo tienen que sobrellevar la discriminación por su orientación sexual o identidad de género, sino también por el color de su piel, lo que crea un entorno de exclusión e injusticia.
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Esta situación ha llevado a que organizaciones como la Red Nacional de Juventudes Afro Mexicanas cobren especial relevancia en la lucha por la visibilización y la defensa de los derechos de este grupo. A través de su labor, se busca vincular a las personas LGBT afrodescendientes, ofrecerles un espacio seguro donde puedan ser escuchados, apoyados, y contribuir a derribar estereotipos arraigados en la sociedad.
La Red Nacional de Juventudes Afro Mexicanas se convierte así, en un refugio para aquellos que han sido marginados y discriminados en virtud de su identidad racial y sexual. Si bien, el Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI) aseguró que Puebla cuenta con 113 mil 945 personas que se auto reconocen afrodescendientes o afromexicanos, esta asociación ha encontrado escasa información de sus representantes.
Por primera vez en Puebla marchan para ser visibilizados
El pasado 22 de junio se llevó a cabo en la ciudad de Puebla la Marcha del Orgullo LGBT+ y a mitad del recorrido, un grupo llegó a contra marea para manifestarse. Llevaban carteles que decían: “Cuestiónate por qué me estas pidiendo una foto”, “las vidas negras importan”, “el orgullo LGBT no está completo sin la lucha contra el racismo”, “poder negro”, entre otras consignas.
¿Quiénes son?, ¿qué buscan?, se preguntaron los participantes y fue así que El Sol de Puebla decidió entrevistar a dos de sus integrantes para que dieran a conocer parte de su lucha. Óscar Alejandro González, una persona bisexual originaria de Veracruz con residencia en Puebla y Francely Hernández, mujer trans, que acudió a Puebla a hacer activismo, confirmaron que es la primera vez que acuden a la marcha.
Dos años anteriores acudieron a la movilización de la Ciudad de México, pero debido a que la comunidad afro (foránea) ha crecido en el territorio poblano, decidieron manifestarse en la pasada Marcha del Orgullo. “Este año fuimos como 16 personas y no empezamos a marchar desde el inicio, sino que llegamos de frente, en contra flujo, justamente para que nuestro mensaje fuera más visto por todas las personas que iban pasando. Nos plantamos y ahí nos quedamos protestando por el racismo y LGBT fobia que existe en la comunidad negra”, explicaron.
Estos jóvenes son parte de la Red Nacional de Juventudes Afro Mexicanas, un espacio creado por jóvenes “negros” y “negras” mexicanos, pero también afrodescendientes de otras partes del mundo. Su objetivo es que encuentren un lugar de convivencia, que creen lazos, se empoderen, pero también que impulsen proyectos comunitarios para beneficiar a sus comunidades.
Pese a que es el año 2024, Óscar explicó que el racismo sigue presente y es un racismo que las personas ni siquiera se dan cuenta que lo ejercen. Por ejemplo, cuando salen a las calles les piden fotografías, les quieren tocar su cabello o piel y se asombran de su belleza, “pese a su color”. Para la comunidad, todos estos actos son racismo, ya que los están “exotizando” y los tratan como “animales de circo”.
“Mucha gente piensa que el racismo sólo es violencia física, si te matan o golpean, pero no, hay otras actitudes que podrían llamarse sutiles, pero que están muy inmersas en nuestra cultura mexicana. No hay día que salgamos a la calle sólo a existir y que nos tomen fotos o que nos graben. Entendemos que hay muchas personas que no están acostumbradas a ver gente negra, pero eso no les da derecho a grabarnos sin nuestro consentimiento”, expusieron.
Doble discriminación por ser negros y miembros de la comunidad LGBT+
Tanto Óscar, como Francely, consideran que la comunidad afromexicana sufre una doble discriminación, primero por su color de piel y en segunda por su orientación sexual, esto quiere decir que se juntan dos identidades minoritarias que históricamente han sido objeto de opresión y marginalización. Estos son algunos puntos:
Cuando una persona es afrodescendiente y LGBT, enfrenta los desafíos de ambos tipos de discriminación, como exclusiones sociales, violencia, desigualdades legales y económicas. Asimismo, hay acceso desigual a oportunidades educativas, empleo, vivienda y atención médica.
También, las personas afrodescendientes LGBT pueden enfrentar estigmas adicionales y estereotipos negativos que se superponen. Esto puede incluir percepciones erróneas sobre su cultura, identidad sexual o de género.
“La doble, la triple, la cuádruple discriminación que enfrenta la comunidad afrodescendiente LGBT es el resultado de la combinación de racismo estructural y homofobia/transfobia. Esta realidad subraya la necesidad de abordar no solo cada forma de discriminación por separado, sino también entender cómo se interceptan para combatirlas de manera efectiva”, subrayaron.
INEGI no ha sido exacto en cuanto a la comunidad afromexicana en Puebla
En el año 2020 y en el marco del Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente, en INEGI dio a conocer que, en Puebla, había 113 mil 945 personas que se auto reconocían como afrodescendientes. Población que representa el 1.7 por ciento del total de ciudadanos que habitan en la entidad. Al preguntarle a los integrantes de la Red si ubican a esta población y si saben en cuáles municipios están, respondieron lo siguiente:
“En Puebla y Tehuacán por su volumen es normal que haya más personas negras de otras partes del país o del mundo que ya están residiendo ahí, pero nos causó curiosidad porque el censo lanzó otros municipios de la Sierra Norte o la zona de las Cholulas con comunidades casi del 80-90 por ciento de su total (…) nos acercamos para conocerlos y nos llevamos la sorpresa de que no había afromexicanos, ni si quiera sabían lo que significaba y no se asumían de esta manera”, lamentó.
No saben qué fue lo que ocurrió y tienen varias teorías, como que el personal del INEGI no estaba capacitado para hacer las preguntas o la otra es que la ciudadanía no entendió el cuestionamiento. La realidad es que no hay un registro oficial de comunidad afromexicana en el territorio poblano, pero la Red está abierta a localizarlos, escucharlos en caso de que los encuentren y su meta es que sigan creciendo para visibilizarlos.
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Para concluir, comentaron que es fundamental comprender que la diversidad no solo enriquece las comunidades, sino que también invita a reflexionar sobre las actitudes y prejuicios. La lucha de la comunidad LGBT afrodescendiente es un recordatorio de la importancia de la empatía, el respeto y la solidaridad en la construcción de un mundo más justo y equitativo para todos.
