Con apenas 12 años de edad sabe lo que es el cáncer

“Con esto se aprende quién de verdad te quiere”

Pilar Pérez

  · viernes 16 de febrero de 2018

Foto: Julio César Martínez

"Con esto se aprende quién de verdad te quiere”, dijo Mauricio Lázaro Andrade, quien a los 12 años de edad tuvo diagnóstico de leucemia linfoblástica aguda y apenas en octubre del año pasado recibió un trasplante de médula ósea.

El donador fue su padre con quien tuvo apenas el 50 por ciento de compatibilidad lo cual hizo que el proceso fuera todavía más complicado, ya que si hubiera sido algún hermano el donador la posibilidad sería un éxito, desde el principio, habría sido hasta del 100 por ciento.

Es decir que todo el tiempo Mau –como le dicen todos de cariño- tuvo una posibilidad de supervivencia del 50 por ciento y más aún porque pasó cuatro años con tratamiento de quimioterapia y una recaída, hasta que le hicieron el trasplante de médula.

Se dio cuenta de que algo estaba mal porque desde pequeño le ha gustado el deporte y especialmente el futbol, pero, de pronto empezó a sentirse muy cansado, con fatiga, dolor de espalda así como sed, falta de apetito y fiebre. En una ocasión, tuvo un cuadro de infección respiratoria que lo tuvo enfermo durante más de un mes, lo cual causó preocupación.

“Me sentía mal y ya fue cuando me hicieron estudios y me dijeron que tenía anemia, pero no me compuse, me sentía mal”, recordó y después de un tiempo lo diagnosticaron con cáncer dándole un tratamiento de quimioterapia.

Poco después de los 15 años de edad, después de recuperar su vida normal, tuvo una recaída y fue donde los médicos determinaron que es necesario que era necesario practicarle un trasplante de médula ósea por lo que el donador fue su padre.

Una de las experiencias que más recuerda es el fallecimiento de Israel a quien ha considerado uno de sus mejores amigos en este proceso y quien siempre le enseñó a tener esperanza, pues en todo momento buscó algún tratamiento alternativo aunque él no tuvo la posibilidad de seguirlo.

A pesar del proceso al que se ha enfrentado, Mau, no ha perdido la esperanza y mucho menos el ánimo de vivir, pues ya desde septiembre pasado cumplió con el trasplante y piensa, dentro de poco, recuperar su vida normal y sobre todo realizar ejercicio nuevamente.

Ahora tiene 17 años de edad, pero cuando sea grande lo que quiere hacer es estudiar Gastronomía y convertirse en chef pues la cocina es un pasatiempo que ya tiene desde hace un tiempo.