Con la nivelación del pavimento de la plancha, incorporación de espejos de agua, modernización del alumbrado público, además del mantenimiento a la fuente de San Miguel, así como el ordenamiento de mobiliario urbano y de la paleta vegetal es como quedará el Zócalo de la ciudad de Puebla, una vez que finalice su intervención en el mes de septiembre, pues se busca restablecer su estatus original.
Las obras que han dado inicio en el primer cuadro de la ciudad, las cuales están a cargo del gobierno municipal en conjunto con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sadatu) tienen una inversión de más de 60 millones de pesos y buscan beneficiar, no solo a los transeúntes, sino también a los comercios establecidos.
En entrevista con El Sol de Puebla, el coordinador del Instituto Municipal de Planeación Puebla (IMPLAN), Gerardo Ríos Bermúdez, detalló que el proyecto de mejoramiento urbano que realizará la empresa Galbher S.A de C.V., contempla siete etapas en la manera de intervenirlo.
En la primera etapa se pretende renovar los pavimentos, en el que se levantarán las lajas para bajar la plancha unos centímetros, puesto que no tiene accesibilidad y por ello se utilizará el mármol Santo Tomás en la parte periferia para darle más visibilidad y respetar los elementos originales.
Además de intervenir las calles 2 Sur-Reforma, así como la 3 Oriente-16 de Septiembre con el objetivo de modernizarlas y resguardar la zona peatonal para que la ciudadanía pueda transitar de manera segura.
La segunda etapa concierne al alumbrado público, puesto que se dará mantenimiento a los dragones y se pondrán focos led a fin de contribuir al cuidado del medio ambiente, mientras se genera la luz eléctrica necesaria.
Aunado a ello, se pretende dar mayor seguridad y apropiamiento del espacio público, pues se pondrán reflectores en monumentos escultóricos, fuentes y fachadas para resaltar su belleza.
La tercera etapa comprende el mantenimiento de la fuente de San Miguel en el que se restaurarán elementos que han sido desgastados por el tiempo, pero bajo la supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), así como se modernizará el sistema de agua.
En la cuarta etapa se analizará la estructura de las bancas para verificar su estado, en caso de que ya no sean servibles se retirarán, además de que habrá una reubicación de algunas de ellas para buscar que se genere comunidad.
Referente a la paleta vegetal, el cual es el quinto paso, Ríos Bermúdez especificó que ningún árbol será retirado, pero se les dará mantenimiento puesto que menos del 10 por ciento se encuentran enfermos. Así como se generará mayor estructura verde con los árboles endémicos que ya existen.
En una sexta etapa, se busca darles manteamiento a los elementos escultóricos, por lo que descartó que se vaya a retirar la escultura de Jan Hendrix, pero aseguró que se buscará darle entorno.
Y como última etapa, se rescatarán estructuras de agua que se ubican en las laterales de la plancha del Zócalo, por lo que se podrán espejos de agua para devolver la visión histórica del centro.
Por tanto, manifestó que no se trata de una modernización, sino una intervención en el sentido de recuperar el espacio público, “una joya” del Centro Histórico bajo un principio social y económica.
INTERVENDRÁN FACHADAS DE LOS PORTALES A PROPUESTA DE LOS LOCATARIOS
Luego de diversas mesas de trabajo, los locatarios ubicados en los portales aledaños al Zócalo propusieron que se intervengan las fachadas a fin de reactivar su economía, una vez que se sume al proyecto de la Sedatu.
Por ello se estableció una estrategia en conjunto con los empresarios para que les den seguimiento al desarrollo de la obra y se armonice la inversión federal con el programa de reactivación económica que ha implementado el Ayuntamiento de Puebla.