Acompañados con música de mariachi, es como algunos pobladores del municipio de San Andrés Cholula recordaron a sus fieles difuntos este 2 de noviembre.
Algunos visitantes del panteón de la cabecera local, también llevaron juguetes y globos para adornar las tumbas de sus seres queridos.
En familia, solos y hasta acompañados con sus mascotas, los sanandreseños revivieron esta peculiar tradición, que en varios provocó la caída de lágrimas en sus rostros, al recordar las ausencias dejadas por aquellos, con quienes en vida, compartieron gratos momentos.
La tradicional flor de cempasúchil, también estuvo presente en esta costumbre mexicana, que ayer hizo que los camposantos fueron los espacios más visitados en la entidad poblana y por ende en el país.
En la tumba que alberga los restos de don Mario, quien murió a los 51 años de edad, sus familiares por un largo rato la rodearon para recordar parte del legado que les dejó en vida. Unos fueron encargados de poner las flores, otros el adorno adquirido para este día especial y unos más solo se dedicaron a contemplar el trabajo en familia.
"Lo sigo extrañando", externó uno de sus hijos, quien al hacer el comentario, no pudo evitar mostrar un semblante de tristeza.
Se debe comentar que miles de historias, ayer se escucharon en los pasillos del panteón de San Andrés Cholula, pues las familias, a su manera, recordaron a sus muertos.
Fue normal observar cómo algunos habitantes destinaron hasta 300 pesos para pagar a 50 pesos cada canción que ofertaban los mariachis concentrados en este camposanto, quienes a decir de algunos de sus integrantes, calificaron como "regular" la demanda.
Y al igual contaron que canciones como “Amor eterno” y “La vida no vale nada”, fueron de las más solicitadas.
Otras personas prefirieron destinar 40 pesos para adquirir un globo y ponerlo como parte del arreglo acostumbrado de la tumba.
Y hubo quienes, con pulque, dijeron salud a sus fieles difuntos en el marco de esta fiesta mexicana, que cada año México revive para recordar a quienes dejaron este mundo terrenal, pero siguen vivos en el espiritual.