A un año del asesinato de los sacerdotes jesuitas Joaquín y Javier en Cerocahui, Chihuahua, la comunidad católica en Puebla se sumó al llamado nacional para recordar su memoria.
Este 20 de junio, mediante un repique de campanas que superó los cinco minutos de duración, todas las iglesias que conforman la Arquidiócesis de Puebla, tanto de la capital como del interior del estado, recordaron la ola de violencia de la que fueron víctimas los sacerdotes.
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Con este acto, también hicieron presente la memoria del guía turístico que falleció durante el mismo ataque al intentar resguardarse en la iglesia donde se encontraban los sacerdotes, y que también cumplió su primer año luctuoso.
Asimismo, este repique se dedicó a las dos mujeres catequistas, Gertrudis Cruz y Gliserina Cruz, quienes pertenecían a la Diócesis de Huajuapan de León, Oaxaca, y fueron asesinadas por hombres armados el pasado 16 de junio.
Al filo de las 15:00 horas inició este acto en las sedes religiosas de Puebla, por mencionar algunas: la Catedral, la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción Tecamachalco, la Parroquia de Santa María Magdalena Quecholac, la Parroquia de Santiago Apóstol y el Templo de Santiago Apóstol.
En la Basílica Catedral algunos fieles se concentraron en el atrio al escuchar el repique de campanas, el cual llamó a quienes por ahí circulaban y los detuvo un momento de sus actividades.
A decir del arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, este acto también fungió como convocatoria para cesar la violencia en el país, el número de víctimas, así como para hacer un llamado a la justicia y cero impunidad.
Hay que recordar que, esta acción se replicó en los 32 estados del país, quienes, como una forma de rechazo e indignación por estos actos, lanzaron el llamado para frenar la violencia de la que son víctimas los mexicanos diariamente.
